Restaurante Rózana en Varsovia, Polonia.
Situado en la C/ Chocimska 7 en el centro de Varsovia, tuve la ocasión de ir a cenar el día 18 de Octubre 2012. Es un acogedor lugar, elegante, conocido por su gran variedad de típicas comidas elaboradas de forma muy delicada de la forma tradicional polaca.
Flores frescas, manteles bordados, luces tenues y música de piano para crear una atmósfera muy especial. El jardín mágico, donde se puede escuchar canto de los pájaros, el murmullo de la fuente de agua, y el sonido de la guitarra, se suma al carácter excepcional de este lugar. Después de la puesta del sol, las luces de las velas relajantes y románticas antorchas profundizan sobre la atmósfera inimitable de este lugar.
Restaurante situado en un palacete que se salvó de la destrucción de edificios durante la segunda guerra mundial, situado cerca del espectacular parque Lazienkowski, el mayor de la capital con casi 80 hectáreas. Ambiente relajado, con glamour de la primera mitad del siglo pasado... que crea una atmósfera muy romántica, sobre todo, en las cenas. Destacar su servicio de muy alta atención con mucha categoría y cualificación, su amplia carta, buenos precios y una elitista clientela nativa.
Una vez entrados y acomodados por el maitre, lo primero que tuvimos en la mesa junto a la carta, fue el típico chupito de vodka de la marca Chopin, ya que la costumbre en este país es tomar vodka al principio y seguidamente durante toda la comida...
Tras hojear detenidamente la carta y dudar ante tantos apetecibles posibles platos, no quedo otra alternativa que dejarse aconsejar por nuestro simpático camarero quien principalmente decidió por nosotros el entrante, el cual no fue otro que una plato típico de la cocina local Lituana, una sopa de Remolacha con Nata y Zanahorias, coqueta presentación de color rosa y una textura suave y cremosa con un sabor muy agradable de gran persistencia e intensidad.
El plato principal elegido fue el típico Cerbatillo, carne sabrosa y criado en libertad en la tierras próximas a esta ciudad, este plato de muy buena presentación, resultó acompañado de patata y cebolla cocida, media manzana con salsa de frutos rojos, decorado con frutillos y hierbas aromaticas variadas. De este plato hay que destacar sobre todo su increíble textura inicialmente muy crujiente la cual rápidamente se convirtió en un bocado cremoso de un muy intenso sabor característico asociado a este tipo de carne de Ciervo. Para describir sencillamente este plato en una palabra, fue delicioso.
Para finalizar, tocó el turno del postre... y cual fue nuestra sorpresa cuando vino el camarero a nuestra mesa con un muy variado surtido de dulces caseros, todos ellos con una pinta escandalosa y como ya os podéis imaginar la decisión no fue fácil pero nuestro acierto fue el poder pedir una pequeña degustación variada y podéis creer que fue lo mas acertado.
... y como no podía ser de otra manera y tras culminar con éxito nuestra cena, pusimos el broche de oro con café y una copa de licor, que supuso otro dilema una vez que recibimos de nuevo la visita del camarero a nuestra mesa, con otro carrito con numerosas excelentes botellas de Cognac, Whisky y demás destilados nacionales... Tal y como queda descrito en este artículo este acogedor y elegante lugar, debe ser una cita obligatoria durante vuestra visita a Varsovia, pero no olviden reservar con anterioridad para aseguraros vuestra mesa en tan cotizado restaurante.