Restaurante Versátil, dos ambientes en uno.
Extremadura esconde muchas sorpresas gastronómicas que van más allá de un buen jamón, aunque como casi todo en esta región, hay que explorarla para descubrirla y descubrirla para disfrutarla. El último descubrimiento que hemos hecho, y que nos ha hecho disfrutar mucho, es el restaurante Versátil, ubicado en Zarza de Granadilla, un pequeño municipio que, si bien no es un reclamo por su patrimonio histórico, merece un alto en el camino porque su propuesta gastro no te va a dejar indiferente. Y es que este restaurante bien vale una escapada rural para saborear lo mejor de esta tierra.
Nos gustan los proyectos con alma, con pasión, con honestidad y con humildad. Restaurante Versátil es uno de ellos. El proyecto es obra de Jesús David, Jose y Alejandro, socios y hermanos, que han sabido transmitir todos estos atributos haciendo de Versátil el hilo conductor. Cada uno de ellos dirige un área del negocio y entre todos conciben y dan forma a este establecimiento abierto hace un año que, ya desde su nombre, supone toda una declaración de intenciones. Porque Versátil está llamado a ser diferente, audaz y singular.
El restaurante se divide en dos niveles, con entradas por puertas independientes y con conceptos muy bien diferenciados. El nivel superior acoge el restaurante, del que hablaremos después, y el inferior un gastrobar con un ambiente más informal en el que se puede degustar el 50% de la carta de arriba junto a otras propuestas gourmet para compartir. Su barra está dirigida por Jesús David, el primogénito del clan, curtido durante años en el mundo de la hostelería donde se mueve con gran soltura. Además de animado ambiente, sus propuestas gourmets y su abultada oferta de tapas, este gastrobar esconde otra sorpresa más. Sus paredes actúan de galería de arte para promocionar las obras de artistas locales, una apuesta personal de Ana, pareja de David y Licenciada en Bellas Artes, a la que también encontramos tras la barra de este establecimiento.
Ahora sí, el restaurante de arriba goza de una cuidada decoración, una música ambiente muy bien escogida y una puesta en escena que te traslada directamente a cualquier restaurante de nivel. El menor de los hermanos, Jose, es el jefe de sala, y pese a ser un recién llegado al negocio de la restauración, ya que lo compagina con su trabajo en la banca, cumple su papel con extraordinaria pulcritud y esmerada dedicación.
La cocina del Restaurante Versátil está firmada por el último miembro de esta terna, Alejandro Hernández, formado en los fogones del gran Martín Berasategui. Tras su paso por Garrote, aterrizó en el Hotel Silken Ciudad de Vitoria, un prestigioso cuatro estrellas, del que acabó siendo jefe de cocina con tan solo 26 años. Allí se curtió en una cocina vanguardista y creativa con un profundo respeto por el producto. Mucho de aquello se ha mantenido en Versátil, su aventura más personal e íntima, y donde ha sacado lo mejor de él para ofrecer una carta que supone una oda al producto de calidad, a la cocina de proximidad y a los sabores tradicionales.
Entre sus propuestas encontramos un justo equilibrio entre carnes y pescados. Las primeras llegan desde el País Vasco, servidas por proveedores de su etapa en esta región. Así, descubrimos unas carrilleras de vacuno glaseadas en el horno con su jugo, acompañadas de ñoquis de patata en salsa de tocineta extremeña con trufa negra, un entrecotte de vaca madurada acompañado de patatas asadas al carbón o un solomillo de cerdo al tocino extremeño. Entre las propuestas de pescado, nosotros nos decantamos por un exquisito lomo de salmón confitado en AOVE especiado con puré de apio-nabo y verduritas salteadas, aunque también sirven un pulpo asado al carbón con patatas, emulsión de hierbas y chips de arroz y pescado del día.
La propuesta culinaria del Restaurante Versátil se articula a través de una carta y dos menús: el menú Experiencia y el menú Gourmet, de 39 y 29 euros (sin bebida). La única diferencia entre ambos es que el primero es ligeramente más extenso que el segundo, pero los platos son los mismos. Ambos menús varían cada tres meses para introducir nuevos sabores y productos propios de cada estación. La comida se acompaña de una selección de panes elaborados específicamente para el restaurante por una panadería de la zona. La carta de postres, todos caseros, tampoco deja indiferente. Sobresale la torrija caramelizada con helado de Baileys, una auténtica delicia.
La carta de vinos destaca por su cuidada selección de etiquetas compuesta por más de cien referencias que se guardan en una increíble bodega acristalada, que puede verse incluso desde el piso de abajo.
Si la propuesta te convence, asegúrate de reservar antes de ir porque el restaurante suele estar bastante concurrido y abre únicamente durante los fines de semana (el gastrobar adelanta su apertura a los jueves). Para tener una velada redonda podrás completar tu experiencia durmiendo en alguno de los apartamentos que regentan. Después de estas pinceladas, este restaurante ¿te parece o no Versátil?
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