Revista Cine

Retrospectiva Jan Svankmajer

Publicado el 22 agosto 2010 por Diezmartinez
Retrospectiva Jan Svankmajer
En los créditos finales de Conspiradores del Placer (Splikenci slasti, República Checa-Suiza-GB, 1996), tercer largometraje y primero (casi) de acción viva del maestro de la animación cuadro-por-cuadro Jan Svankmajer, el cineasta checo agradece por su inspiración al Marqués de Sade, Freud, Ernst y, por supuesto, Luis Buñuel. Habla bien de Svankmajer que haya puesto claramente sobre la mesa sus influencias fílmico/intelectuales aunque también habría que aclarar que, de todas formas, Conspiradores del Placer supera y con mucho el mero ejercicio de estilo buñuealiano.
Estamos en la Praga post-comunista, siguiendo los ires y venires de seis individuos, tres hombres y tres mujeres, que tienen algo en común: una escondida vida sexual fetichista que, al mismo tiempo que los aisla de todos quienes los rodean, hacen que compartan un cierto entendimiento entre ellos. Incluso al verse por vez primera, se reconocen: son unos "conspiradores del placer" que, inadvertidamente, transfieren y comparten sus obsesiones a otros.
El tímido solterón Pivoine (Petr Meissel) desea convertirse en un potente "gallo" para eliminar del mapa a su vecina, la señora Loubalova (Gabriel Wilhelmová) quien, a su vez, se ve a sí misma como una cruel sadomasoca que latiga al desamparado Pivoine. Mientras, un hombre de bigote de aguacero, Beltinski (Pavel Nový) deambula por la ciudad comprando diversos cepillos, rodillos o cortando estolas de mujeres distraídas. Su esposa, una guapa conductora de un noticiero (Anna Westlinká), encuentra placer acariciando unas enormes carpas que tiene en un balde, pues su marido prefiere extasiarse acariciándose a sí mismo con los rodillos, cepillos, estolas y clavos que ha recogido por ahí y por allá. Sí hay alguien, en todo caso, que desea a la conductora del noticiero: es un solitario vendedor de revistas (Jirí Lábus), quien ha inventado una máquina de múltiples manos que lo acaricia y lo masturba mientras ve el televisor donde la citada mujer dice las noticias. El sexto personaje es una cartera chaparrita (Barbora Hrzánová) que le lleva diversas cartas y paquetes a todos los personajes pero que también tiene su secretito: le gusta hacer bolitas de migajón para metérselas por la nariz y las orejas.
Filme desprovisto de diálogos pero no silente -la música es omnipresente y los efectos sonoros son fundamentales en la historia- Conspiradores del Placer es una singular cinta mastubatoria/fetichista que, con toda seguridad, hará las delicias de cualquier aficionado freudiano. Como narrativa no funciona del todo pero es obvio por qué: lo de menos es la historia, casi inexistente, sino el acercamiento a estos personajes y sus obsesiones que pueden resultar ridículas, patéticas, asquerosas, absurdas, grotescas y hasta -ejem- interesantes, dependiendo de cada quien y su cochinota mente.
Svankmajer, conocido por sus virtuosos cortos y largos animados en stop-motion, usa aquí la técnica de la animación prácticamente hasta la mitad de la cinta, cuando vemos a Pivoine moverse cuadro-por-cuadro cual muñeco de plastilina, cuando somos testigos de lo que hace la cartera con sus bolitas de pan, o cuando la señora Louvalova le da de latigazos al muñeco de paja que sustituye a su imaginado vecino. Sólo en estas escenas aparece la animación que ha hecho famoso a Svankmajer y es un mérito del cineasta que estos momentos no parezcan, estilísticamente hablando, sacados de la manga: después de todo, a estas alturas del filme, nada nos puede parecer extraño.
En la mejor tradición buñueliana, lo surreal aparece en Conspiradores del Placer de manera natural, directa, como si fuera lo más normal del mundo, como en esa espléndida escena, acaso la mejor de la película, en la que la conductora del noticiero empieza a gemir de placer porque... bueno, eso tiene usted que verlo. Nomás, eso sí, no lo vaya hacer en casa. (O hágalo, total, nomás no le diga nada al Cavernal, que anda suelto, bravo y sin vacuna).
Conspiradores del Placer se exhibe hoy en la Cineteca Nacional a las 18:45 horas.

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