En las obras de ficción toda la galaxia ya ha sido explorada íntimamente por el hombre, él ya habita varios de sus planetas e incluso ha forjado repúblicas e imperios galácticos. Eso es fruto de los sueños de la humanidad en una era que todavía vivimos en su fase más primitiva: la era espacial. Y aunque aún falta demasiado para siquiera ver una milésima parte de lo planteado en franquicias como Star Wars y Star Trek, no podemos negar que los avances para una real conquista del espacio son admirables. Ahora se está contemplando el envío de robots humanoides a Marte.
La última información masiva sobre la exploración de Marte fue el exitoso trabajo de la misión Curiosity algunos años atrás. Ahora la consigna es enviar robots humanoides exploradores en la superficie marciana, que deberían ser manejados por astronautas desde una base en la Tierra. Sin embargo, esto por el momento es inviable debido a la distancia extrema entre ambos planetas, incluso sería muy difícil de lograr aun poniendo una base de control orbitando el planeta rojo por el tiempo que demoraría.
Se estima que la estancia necesaria de una base en la órbita de Marte sería de dos años y medio. A ese tiempo hay que sumarle ocho meses más por el viaje de ida y ocho más por el de vuelta, además del tiempo que se necesitará para explorar territorios importantes del planeta. No obstante, a pesar de que se trata de un objetivo sumamente difícil a corto plazo, la NASA no está dudando ni un segundo en trabajar por él, sino que augura que la tecnología lo hará posible con éxito para el año 2030.
Tal optimismo se debe en buena parte al hallazgo de evidencia acuática en el planeta rojo, lo que hace que los expertos incluso se proyecten al día en que sea común enviar robot autónomos, es decir, que no necesiten el control de nadie, cosa que por el momento es de plano imposible porque se necesita avanzar más en ese campo de la robótica.
Hay que tener en cuenta que falta desarrollar robots autónomos que puedan realizar con total éxito actividades sencillas dentro de nuestro propio planeta. Por ejemplo, acciones tan cotidianas para nosotros como pasear por el campo o salir a barrer es muy complejo en términos robóticos, pues implica que la maquina sea capaz de sortear imprevistos.
Por suerte, si bien en actividades domésticas aún falta mucho para el robot perfecto, en tareas de sanidad como el tratamiento de enfermos (medir temperatura, suministrar comida y medicamentos) están mostrando alta efectividad, y es precisamente por ese lado que los científicos de la NASA confían en el proyecto soñado para la conquista de Marte.
Por el momento se están desarrollando robots humanoides de 1.82 metros y 136 kilos que deberán ser exitosamente programados para realizar labores más complejas que la misión Curiosity, asemejándose lo más posible a lo que podría hacer un humano bien entrenado. Ya hay cuatro unidades y tienen por nombre Valkyrie, aunque aún falta para que siquiera entren a fase de prueba.