En el Matadero, ese improbable teatro ideal, están representando Rock´n´roll de un tal Tom Stoppard. Se trata de algo muy parecido a la biografía de un checo (como el autor) emigrado a Londres de niño en los años 60, o sea, que se trata de la biografía exterior, parcial e involuntaria del Mayo de 68 y su Primavera de Praga, del comunismo intelectual, del stalinismo real, del trotskismo, el desencanto, el eurocomunismo, los hippies, Pink Floyd y el Rock´n´Roll. Todo en forma de la historia profundamente emocional de cualquiera, que si se cuenta tan bien como aquí, resultará épica y bella.
Rock´n´roll es quizás la obra de teatro que he visto más parecida a una película de cine, tendrá que ver con el apabullante montaje de Alex Rigola en el que un escenario casi estático, abierto al público por ambos lados y situado en medio de la sala se convierte en un auténtico paseo por Europa de los 60 a los 90 sin bajar el telón, sin apenas hacer nada, sólo magia: un paseo por la vida de alguien.
Rock´n´roll es una obra brillante, o sea, emocionante que es a lo que vamos, pero vertebrada sobre un intercambio dialéctico, sobre un boxeo intelectual delicioso, representado, integrado y sentido por unos actores que parece podrían seguir hablando y hablando, defendiendo sus marxismos, sus existencialismos, su anarquismos al bajar del escenario. Si esto lo imaginas con Wish You Where Here de Pink Floyd en la acústica brutal del Matadero, es lo más parecido a meterte en los músculos y la piel del protagonista, a vivir un concierto/teatro.
Dos argumentos más: Lluís Marco, sólo este actor justifica la entrada. Si además te gusta Milan Kundera es probable que tengas que ir.
ARM