
Los que me conocen saben que no hace mucho, este animal, no me hacía mucha gracia, no era de mi devoción, y los que me conocen también saben que desde un tiempo a esta parte me vuelve loca, rodaballo que veo (a buen precio) rodaballo que acaba en mi horno.
Y es que esto es como todo, si cuando has comido algo no te lo han preparado bien, o lo han dejado seco o chicloso pues claro, no lo quieres volver a probar.Seguir leyendo...
