[6/10] Nada nuevo bajo el sol de Woody Allen, que acude a su cita anual con una visita a Roma… para encontrar la misma frustración en su búsqueda de una felicidad que se desvanece, y ante una realidad que devora los sueños más inocentes. Por las calles de la Ciudad Eterna pasea a mendigos del amor para hacer su particular labor de psicoanálisis y concluir que 'si eso es tan bonito… es que no es real'. Su pesimismo existencial queda disfrazado con el habitual ingenio y chispa de los diálogos, con la frescura de la puesta en escena y dirección de actores, con la aparente ligereza de unos personajes que reprimen sus deseos y a los que permite tener sus fantasías… para poco después traerles a la tierra de su pequeño mundo.
La película 'A Roma con amor' se parece más al viaje surrealista de 'Midnight in Paris' que al paseo turístico de 'Vicky Cristina Barcelona' o al drama moral de 'Match point', y eso porque el neoyorquino se permite una bajada al subconsciente de un oficinista gris que salta a la fama por un día, de una ingenua pareja provinciana que sucumbe a las apariencias de la gran ciudad, de un músico americano jubilado que se resiste a ser enterrado… aunque para ello tenga que promover estrafalarios números operísticos, y de un estudiante de arquitectura que ve cómo su vida amorosa se tambalea cuando llega una joven de las que actúa. Todos ellos se evaden de la rutina diaria gracias a un golpe de azar, y sueñan con saborear la gloria o el placer de un momento… para despertar después y asumir lo efímero de la dicha. En el camino, una afilada crítica al periodismo más oportunista y vacuo, a la pseudo-intelectualidad que se da un barniz cultural con frases y lugares comunes, a la superficialidad y servidumbre de una fama labrada sobre la nada y lo inmediato.
La narrativa coral permite a Woody Allen ir de aquí para allá dejando en cada una de las historias su sello de cinismo y escepticismo, pero también creando personajes que se debaten entre el deber y la pasión. Razones de índole moral, familiar o social se ofrecen como control y freno a un deseo que se identifica con felicidad… y la religiosidad, la fidelidad o el trabajo ordinario quedan estereotipados -y en parte ridiculizados- al ser encarnados por personajes construidos como marionetas de la vanidad, del sexo o del sentimiento. Todo fluye y nada importa 'si la cosa funciona' y si en ese deambular por la vida se ha tenido un instante de esperanza y satisfacción, aunque luego llegue la frustración y el conformismo.
No acaba de funcionar el arquitecto imaginario al que da vida Alec Baldwin, recurso fácil tan fuera de la historia que rompe la frescura en las relaciones entre los personajes, mientras que Penélope Cruz repite en su papel de prostituta desinhibida y descarada, y el propio Woody Allen y Roberto Benigni ofrecen su habitual repertorio de chistes y gestos cómicos… por todos conocidos. Mejor están los enamoradizos que interpretan Ellen Page y Jesse Eisenberg, una de las parejas con más talento de Estados Unidos. Con todo, 'A Roma con amor' carece de ritmo mantenido y se prolonga en exceso… como si le costara despedirse de la ciudad y cerrar cada historia. Hay que situarla entre los trabajos menores del autor de “Cassandra’s Dream”, entre aquellos más livianos y reiterativos, entre los divertimentos para el disfrute de sus incondicionales y para volver a hablar de una sociedad que trata de evadirse de la rutina con las fantasías de Woody Allen por Europa.
Calificación: 6/10
En las imágenes: Fotogramas de “A Roma con amor”, película distribuida en España por Alta Classics © 2012 Mediapro, Medusa Film, Gravier Productions y Perdido Produtions. Todos los derechos reservados.
Publicado el 23 septiembre, 2012 | Categoría: 6/10, Año 2012, Comedia, Críticas, España, Italia, USA independiente
Etiquetas: A Roma con amor, Alec Baldwin, amor, Cassandra's Dream, Ellen Page, felicidad, Jesse Eisenberg, Match point, Midnight in Paris, Penélope Cruz, Roberto Benigni, Si la cosa funciona, Vicky Cristina Barcelona, Woody Allen