Así de insólita es la fusión que propone este restaurante, una evolución de su casa madre en Avilés que ahora llega a la capital para revolucionar, igual que ya lo hizo allí hace años, el panorama gastronómico.
Es una fusión que tira de raíces, las del matrimonio propietario, formado por la asturiana Conchi Álvarez y el cocinero limeño Mario Céspedes. Ambos han recogido lo mejor de sus orígenes, la tradición del norte de España y la diversidad de las cocinas peruanas, y han dado forma a la mezcla de una manera chispeante y deliciosa.
La creatividad y la técnica de Mario, demostrada ya en algunas direcciones tan destacadas como El Celler de Can Roca, Ramón Freixa o Kabuki, consigue entusiasmar aquí a un cliente que a menudo repite. El colorido de los platos anticipa su explosivo sabor y su originalidad es verdaderamente sorprendente.
La informalidad es otra de las señas de identidad de este local, y es que todo lo que se ofrece está pensado para compartir en una mesa divertida entre amigos, para comentar cada bocado. A los aires asturianos y nikkei también se añaden pinceladas chifa y criollas, por lo que podremos encontrar opciones tan apetecibles como un tiradito sobre crema de ají, un ceviche con alga wakame, un tartar de salmón con crujientes de plátano macho, un gunkan de vieras y otro de erizo de mar, un niguiri de hamburguesa de wagyu con rocoto y quesos azules asturianos, un pulpo a la brasa adobado con el ají panka de los anticuchos o unos cachopines de ternera y cabrales adobados con ají y acompañados de setas sitake.
La idea del chef, no obstante, es desarrollar más recetas utilizando el buen producto español que se encuentra en Madrid. Una de sus primeras incursiones en esto han sido una gyozas criollas de manitas de cerdo que quitan el sentido.
A la hora de visitar Ronda 14, verás también que el espacio está a la altura de sus fogones, y que la propuesta en este sentido también es atractiva, casual, sencilla y divertida con tintes industriales vigentes del antiguo local y piezas de diseño “vintage”. Se puede optar por tomar algo en barra, en mesas altas o darse un homenaje en la zona de comedor… Sea cual sea la elección, al primer mordisco de lo servido te darás cuenta de que no estás en “uno más”, que este promete una experiencia diferente y cumple con creces.
General Oráa, 25
Tlfn. 91 411 17 30
Precio medio: 25-30 €