Es una receta tan tradicional que en sus inicios la unidad de medida para los ingredientes eran las mitades de las cáscaras de los huevos que se utilizaban. Y la harina?... dependía del tamaño del huevo, o simplemente se decía... la que admita!.
Por si acaso os pondremos las medidas un poco más científicas.
Ingredientes (para unas 25 rosquillas)
- 1 huevo
- 100 grs. de azúcar
- 25 ml. de leche fría
- 25 ml. de anís "del Mono" dulce
- 25 ml. de aceite de girasol frito y frío
- Entre 250 ó 275grs de harina
- Aceite de girasol para freír
- 1 sobre de soda-gaseosa en polvo (hemos utilizado Armisen -como el de la foto- pero vale cualquier marca).
En un bol ponéis el huevo y el azúcar. Con un batidor de varillas batís enérgicamente, añadís la leche, el anís y el aceite frito ya frío.
Mezcláis la harina con la soda. La vais incorporando al bol poco a poco, removiendo con una cuchara de madera. Cuando ya sea dificultoso remover con la cuchara, utilizáis las manos para amasar (conviene saber que al principio del amasado las masas son siempre pegajosas y no es hasta pasado un ratito cuando cogen cuerpo).
Estará listo cuando la masa ya no se os pegue a las manos (dependiendo de la clase de harina, necesitaréis un mínimo de 250 grs. y un máximo de 275 grs.), entonces la dejáis reposar 3/4 de hora a temperatura ambiente y tapada con un paño limpio.
Enharinar la mesa de trabajo. Cogéis una pequeña porción de masa y con las manos hacéis como un cordón gordito y juntáis los extremos formando un redondel. Ya está dada la forma a la rosquilla. Las vais dejando sobre una superficie enharinada.
En una sartén ponéis abundante aceite de girasol, que se caliente. Vais friendo las rosquillas, con el fuego medio, les dais la vuelta con dos tenedores de madera (truquillo para que el aceite no se queme: echáis dos palillos de madera).
Las sacáis de la sartén y las vais poniendo en un plato sobre papel absorbente.
Cuando estén frías les espolvoreáis azúcas glas por encima.
Recién hechas están rebuenisísimas. Si os sobran, en una caja de lata aguantan perfectamente unos días.