El rösti es un plato típico tradicional suizo. Hace 8 años, en unas vacaciones en Suiza, nos encantaba desayunarlo cuando nos lo servían en el hotel de Berna y en el de Zurich.
Es como una tortilla de patatas paja, pero sin huevos. Allí lo toman como plato principal (en cuyo caso las patatas no se cuecen previamente) o bien como acompañamiento de carnes y pescados.
He de deciros que no es una receta para salir de un apuro. Yo lo preparé con patatas hervidas, pues quería que fuera un acompañamiento, pero es un poco larga su elaboración. Del mismo modo, utilicé una sartén grande para cuajar las patatas, pero el original se hace en pequeñas tortitas.
Para 4-6 raciones:
- 4 patatas medianas
- 1/2 cebolla
- 50 g de queso emmental
- perejil
- sal y pimienta
- aceite de oliva virgen para freír
Se ponen a cocer las patatas peladas, durante 10 minutos, en agua salada con un diente de ajo entero y una hoja de laurel.
Se deja que se enfríen para cortarlas. Cuando ya están frías se pasan por una mandolina y se cortan en rodajas muy finas, como de 1 mm:
A continuación, con un cuchillo, se cortan en tiras muy delgadas, como para hacer patatas paja. Se ralla la cebolla y se lava y pica el perejil. Se agrega el queso y se mezcla bien todo con las manos, removiendo para que se integren bien los ingredientes.
Se pone aceite en una sartén y cuando ya esté caliente, se agrega la mezcla rallada y se deja que se cuaje durante 4-5 minutos.
Se coloca un plato grande y se le da la vuelta como si fuera una tortilla española. Se mantiene por el otro lado otros 4 minutos. Se consume inmediatamente.