Es una nueva demostración más de que los festivales no están fuera del alcance de las películas de género. La nueva película del director responsable de la magnífica "Awaydays" deja la delincuencia juvenil de lado para narrarnos una historia de fantasmas (incluyendo un exorcismo) ocurrida realmente en la zona rural de Yorkshire. Los créditos finales lo describen como el exorcismo “más violento” jamás realizado en la historia de Europa y al mismo tiempo, Cineuropa nos asegura que "When the Lights Went Out" asusta al público de Rotterdam. Razones más que suficientes para no pasarla por alto.
¿De qué va?
La familia Maynard, de clase trabajadora, se muda a una nueva casa en una pequeña localidad del Yorkshire, donde el padre y la madre se esfuerzan en que su hija Sally, se encuentre a gusto. La joven, que se encuentra en esa compleja edad en la que se deja la infancia para entrar en la adolescencia, oye ruidos y ve cosas que no tienen sentido. Al principio, sus padres piensan que se trata simplemente de la imaginación de Sally. Hasta que ellos también empiezan a notar la presencia del fantasma de una niña que murió asesinada. Un sacerdote es llamado para llevar a cabo un exorcismo, pero, tras hablar con el obispo, se muestra reticente a actuar, obligando al padre a tomar medidas inusuales para poder salvar a su familia del castigo eterno.
¿Quién está detrás?
Además de los productores de "Moon" y "Quiero ser como Bekham", tras la camara encontramos a Pat Holden, el director de una de las mejores películas sobre skinheads y delincuencia juvenil que el cine británico (y no británico) nos ha brindado en los últimos tiempos. Incluso las maravillosas "This is England" o "Neds" resultan un cuento de hadas al lado de "Awaydays".
¿Quién sale?
Steven Waddington, Kate Ashfield, Tasha Connor (que parece una Lilly Cole en versión proletaria) y un endemoniado arzobispo encarnado por el veterano Gary Lewis.
¿Qué es?
Requiem (El Exorcismo de Micaela) +
¿Qué ofrece?
"La interpretación y la dirección artística son los aspectos más destacados de la película, que utiliza muchos elementos clásicos del género para provocar escalofríos entre el público. La historia está ambientada en los años 70 y uno de los aspectos más logrados es el modo en el que se acerca a este periodo: consigue acertar en todos los detalles sin resultar excesivamente rebuscada y no se entretiene demasiado en la época (un enfoque más postmoderno), sino que se centra en la historia." (Boyd Van Hoeij. Cineuropa)