¿Qué sucede para que dos personas decidan poner fin a su relación? ¿Se termina siempre el amor o existen otras razones?
La Asociación Americana de Psicología, ha publicado recientemente un artículo en el que recoge algunos de los resultados obtenidos a través de diferentes estudios realizados con parejas de recién casados.
Los principales resultados revelan que :
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la edad a la que se contrae matrimonio, el consenso sobre el momento en que se decide ser padres o la existencia de problemas económicos, pueden considerarse como predictores del fracaso conyugal.
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el estrés influye de manera importante en las relaciones de pareja.
En dicho estudio, se solicitó a 165 parejas de recién casados que, durante 2 semanas, realizaran un registro diario anotando, tanto la existencia de acontecimientos estresantes (qué tipo de situación y cuánta energía consumían para manejarla), como el tipo de interacción con el cónyuge (positiva o negativa) y su nivel de satisfacción con respecto a la relación.
Los datos mostraron que, en los días más estresantes, los participantes informaban de más comportamientos negativos hacia su pareja, a la vez que manifestaban sentirse menos satisfechos con la relación. A la luz de estos resultados, los psicólogos concluyeron que la energía destinada a afrontar los eventos estresantes, se restaba de la energía necesaria para mantener una buena relación de pareja.
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La existencia de dudas antes del matrimonio. En un estudio de 2012, realizado por investigadores de la Universidad de California (EE.UU), se encontró que las mujeres que habían experimentado dudas antes de casarse o empezar la convivencia, tenían el doble de probabilidades de divorciarse, que aquellas que no habían tenido ningún tipo de duda.
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El nivel de satisfacción: aquellas parejas cuyo grado de satisfacción marital declina durante los primeros cuatro años de matrimonio tienen más posibilidades de divorciarse, frente a aquellas en las que el nivel de satisfacción se mantiene.
A modo de conclusión, la APA enumera una serie de pautas, avaladas por las distintas investigaciones, y consideradas como estrategias clave a la hora de trabajar en terapia de pareja:
- - Es importante intercambiar refuerzos positivos: conductas sencillas como dar un abrazo, decir algo agradable, o tener un pequeño detalle con la pareja (escribir una nota o dar un pequeño masaje), pueden hacer que la otra parte se sienta especial, cuidada y amada.
- - Hay algunas conductas dentro de la relación, tales como la forma de hablar y/o discutir de la pareja pueden ser modificadas. Así, ante un conflicto, es imprescindible trabajar las habilidades comunicativas, fomentando el diálogo, y aprendiendo a formular peticiones y a expresar adecuadamente tanto las quejas como los sentimientos negativos.
- - El apoyo al cónyuge es importante, no sólo en momentos de crisis sino también en momentos de éxito, pues esto contribuye a percibir de forma positiva la relación.
- - Es necesario tratar de evitar la rutina y el aburrimiento en la relación de pareja, introduciendo cambios positivos, y realizando actividades variadas, novedosas y/o sorprendentes.
Yolanda Pérez Luna