El poblado se asentó alrededor de la ermita y está formado en su mayoría por casas-cueva. FOTO: RAFAEL CEBRIÁN
Con las obras de acondicionamiento paisajístico ejecutadas en un 70%, el arquitecto Juan María Boix se ha encontrado con una mayor superficie y entidad los restos arqueológicos que estaban bajo tierra, sacando a la luz un poblado levantado alrededor de la ermita.El alcalde, César Augusto Asencio, explicó que «aunque los trabajos aún no han terminado, ya se puede anunciar la importancia de la recuperación del antiguo poblado que se asentó alrededor de la ermita, cuyos restos con casas-cuevas y estructuras han salido a la luz en parte, gracias a las obras de limpieza y restauración que se están realizando».
POBLACIÓN DE 200 HABITANTES
Para el alcalde, «los hallazgos pueden determinar incluso nuevas sorpresas a las faldas de la sierra». El elemento más singular que se está restaurando es el aljibe, que por su magnitud hace suponer que la zona llegó a albergar una población residente de unas 200 personas. También se han descubierto unas estructuras anexas, más de las que se habían previsto inicialmente, por lo que el conjunto residencial sería muy importante y singular, con interés histórico y arqueológico.
El arqueólogo municipal Julio Trelis ha destacado que estos restos del siglo XVII del núcleo habitado han sido toda una sorpresa, aunque los restos estaban muy degradados y se están restaurando tras una limpieza previa.
Asencio manifestó que «por el interés histórico y arqueológico, habrá que suplementar algo más el coste de la obra debido al incremento de algunas actuaciones adicionales para asegurar los trabajos, pero que se tendrá que redactar otro proyecto próximamente para desarrollar el resto de catas arqueológicas y ejecutar el proyecto de recuperación y restauración del nuevo poblado descubierto».