Por su bajísimo contenido en grasas, el arroz es un alimento excelente para mantener una buena salud cardiovascular siempre y cuando no se le incorporen grasas al cocinarlo. (O sea que nada de salsas aceitosas, densas y espesas), o no se esté a dieta, en cuyo caso habrá que restringirse el consumo, pero no eliminarse.
El componente mayoritario del arroz es el almidón (hidrato de carbono) y por ello supone una buena fuente de energía. Aporta unas 350 calorías por cada 100 gramos. Contiene un 7 por ciento de proteínas y es rico en vitaminas del grupo B, pero, !ojo! solo si se consume integral. Por otra parte, es pobre en minerales, especialmente en hierro, calcio y zinc y por ello resulta conveniente tomarlo en combinación con legumbres y/o verduras.
Se debe tener en cuenta que el arroz blanco, debido al procesado al que ha sido sometido, se halla desprovisto de nutrientes que se encuentran en el grano, como es la fibra, vitaminas y minerales. De ahí la conveniencia de consumirlo integral. (Sí una vez más vuelvo a repetirlo).
En el caso del arroz integral, la mayor presencia de fibra alimentaria resulta muy beneficiosa para conseguir una correcta función intestinal en personas que padecen de problemas intestinales, como por ejemplo colon irritable. Además, el arroz no contiene gluten, por lo que es un cereal que puede ser consumido por personas celíacas (intolerancia al gluten), evitando los problemas que podría ocasionar en estas personas la ingestión de otros cereales, como el salvado de trigo.
Contiene únicamente una mínima cantidad de grasa (menos de 1%) y no contiene colesterol, por lo que es un excelente alimento para ser incluido en cualquier tipo de dieta (incluidas las de perder peso, pero sin abusar).
Hay tantísimos tipos de arroz, que casi le podría dedicar un post entero.
De todos ellos, los más conocidos son los siguientes:
Arroz bomba: (el mas usado en España): Típico de Calasparra, es ideal para hacer cocido o en paellas. Es de grano corto y también es utilizado en algunos platos asiáticos como el sushi japonés.
Arroz glutinoso: Es de grano es corto, y tiene una gran cantidad de almidón. Suele usarse para las recetas italianas, como el risotto con arroces de las variedades Arborio y Carnaroli. También es muy usado para postres, (arroz con leche, arroz glutinoso con mango), por que tras su cocción los granos quedan pegados unos a otros.
Arroz integral: Es de color oscuro, ya que conserva el salvado de la cáscara, lo que lo hace rico en fibras y vitaminas. (Es el que solemos tomar en casa, además del arroz salvaje).
Arroz vaporizado: Tiene el mismo valor nutritivo que el integral y su mismo color dorado que se vuelve blanco al cocerlo. Por llevar un proceso especial antes de su comercialización, no se pasa ni se pega, aunque tarda más en cocer y absorbe menos los sabores de los ingredientes que lo acompañan.
Arroz Basmati: Su grano es largo y muy fino. Tras la cocción permanece entero y suelto, conservando un sabor característico. Procede de la India
Arroz Tailandés: Poco conocido en España, este arroz se destaca por su delicado aroma a jazmín.
Arroz salvaje: No es un arroz sino la simiente de una planta herbácea acuática, es conocido también como zizania, grano de agua, avena de agua o arroz indio. Es más fino que el arroz de grano largo y tiene un color oscuro, marrón tirando a verdoso ya que conserva la cáscara.
¿Y vosotros? ¿Qué tipo de arroz utilizáis habitualmente? ¿Cómo lo preparáis? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!
Besos desde mi blog!!!