Este es un poema que el poeta Salvador Negro escribió especialmente para su participación en el programa radia literario Noche de Letras 2.0
Feliz en mi infelicidad,
sólido en mi desaparición.
Toda mi historia es un día,
mis poemas este verso.
El final, donde partí.
Las palabras me han vivido
en mi único sueño real.
No tengo miedo a no ser
pues nunca fui.
Sé que debo escuchar algo
que es mi voz y no lo es,
y me hace caminar.
No sé si mi corazón
es lo que siento marchar:
en cada cosa que amo
siempre me estoy despidiendo
Mi decir es no saber
y diciendo, voy sabiendo
al menos lo que no sé.
Me extraña vivir así,
ver tanto, ciego,
La vida me ha destinado
a perder, y eso me da
todo lo que no se pierde.
Con silencio arde mi voz
como una llama cualquiera
en mi casa de penumbra.
Y río que también lloro
cuando río, y estoy solo
con mi llanto
que es un mundo.
Miro para no ver,
accedo a la realidad
para librarme de ella.
He triunfado para romper
el triunfo, y amarme
en la plenitud
pues plenitud es vacío.
He sembrado mi vida
para acabar conmigo,
he creído en el amor
sin mí, en el bendito
amor de lo desposeído.
Soy poeta porque otros
escriben dentro de mí.