El próximo lunes 20 de Agosto se celebra en Hungría el día de San Esteban, uno de los días festivos más importantes del año. Además de los tradicionales fuegos artificiales por la noche que se lanzan desde el Danubio en Budapest, se monta el mercadillo anual en la ribera del Danubio, que durante este día se cierra al tráfico y los peatones pueden pasear tranquilamente entre puestos, degustando bebidas y comidas típicas húngaras, o ver a los artesanos trabajar diferentes materiales. Generalmente está bastante masificado, pero merece la pena echarle un vistazo. En años pasados, por lo que imagino que en este también, se celebra una jornada de puertas abiertas en el parlamento de Budapest, que puede visitarse de forma gratuita si uno está dispuesto a hacer una enorme cola (visitar el parlamento húngaro era gratuito todos los días hasta hace algunos años para los ciudadanos de la UE, ahora toca pasar por taquilla). Este año, además, al caer en lunes, mucha gente tiene fiesta tres días seguidos, por lo que seguro que muchos aquincenses se escapan al lago Balaton o a hoteles-Spa de provincias. Sin embargo mucha gente de provincias acude a visitar la capital en este día festivo. Así que dudo que el ambiente de la capital esté tranquilo.
Puente de las cadenas y fuegos artificiales del 20 de Agosto.
Además, el 20 de Agosto se desvelará la receta de la tarta nacional de este año, que se llama Komáromi kisleány (niña de Komárom) y está elaborada con una base de pasta de miel y nuez, sobre la que se asienta una gruesa capa de crema de vainilla, con una lámina de pera interna y otra de chocolate por encima, especiada con canela y jengibre. Promete.
Sobre este concurso anual, llamado en húngaro Az Ország tortája (traducido como "la tarta del país"), ya he escrito previamente en el blog, pero a modo de resumen diré que es una competición en el que cada año los maestros pasteleros húngaros de las confiterías más importantes de cada ciudad inventan una nueva tarta, generalmente fusionando la repostería tradicional magiar con toques modernos y creativos. Un jurado decide cuál es la ganadora, y aunque su nombre y principales ingredientes se dan a conocer un poco antes, es el 20 de Agosto cuando se desvela la receta que muchas pastelerías húngaras imitarán a partir de ese día para que sus clientes puedan degustarla. Además, el propio 20 de Agosto se reparte de forma gratuita en un stand de Budapest situado junto al mercado de la ribera del Danubio.
Tarta ganadora de 2018: Komáromi kisleányfuente: origo.hu
Esta competición se celebra desde 2007, y desde 2012 también se otorga un premio a la mejor tarta sin azúcar. Cada vez es más habitual ver en las pastelerías de Hungría muchas tartas sin azúcar, algo importante en un país donde la obesidad en uno de los principales problemas de salud. Este año la ganadora es Három kívánság (tres deseos), y se elabora con una base de bizcocho de almendra, semilla de chía y nuez, sobre la cual se extiende cereza y requesón.
San Esteban fue el fundador del Reino de Hungría, allá por el año 1000, y primer rey húngaro, recibiendo el título "rex" del papa. Su reinado duró casi cuatro décadas, hasta el año 1038. San Esteban ha sido fundamental en la historia de Hungría, ya que fomentó el cristianismo y el latín en Hungría con el objetivo de integrarse con sus países vecinos tras décadas de batallas (recordemos que los húngaros habían llegado a Europa en forma de tribus paganas, tras una larga migración desde los urales). A su vez, centralizó los poderes en la capital y creó un sistema de condados, estabilizando de forma importante la política, sociedad y economía nacional de la época, y sentando las bases del Estado húngaro. El rey Esteban fue canonizado el 20 de Agosto de 1083 y por ello este día es festivo nacional en Hungría.
Estatua del rey San Esteban en el castillo de Budapest.