Sangre y lágrimas para el nuevo film del Urbizu francés

Lo sabemos, las comparaciones pueden llegar a resultar odiosas, no es éste, sin embargo, el caso entre Olivier Marchal y Enrique Urbizu. Dos obras y dos trayectorias comparables por tener la figura del gran Sidney Lumet en el horizonte, por su incontestable crudeza noir, su violencia visceral, su capacidad para abarcar desde el más puro género un discurso social y, en definitiva, su inconfundible sello autorial a la hora de afrontar su auténtica especialidad; el cine negro. Éste fue el caso de Marchal con los "Asuntos pendientes" entre los 'enemigos' Daniel Auteil y Gerard Depardieu  en un auténtico tour de force desplegado por el emblemático duo, así como el brutal "MR73",  también protagonizado por la estrella de "Caché". Hoy, sin embargo, toca hablar de su nuevo film. "Le Lyonnais" aterrizaba ayer en salas francesas.

¿De qué va?

Trata la trayectoria del "gang des Lyonnais". Dirigida por una figura de la criminalidad, Edmundo Vidal, esta banda llevó a cabo más de 35 atracos de 1967 a 1977. La película nos lleva a la época actual cuando el jubilado de la gran criminalidad  es atrapado por su pasado. Varios sumergen el relato en la juventud de Momon (así lo apodaban) en el centro de las actividades de la banda, sus relaciones con el medio criminal y sus altercados con la policía. 

¿Quién está detrás?

Tras "Gangsters" (2002), "Asuntos pendientes" (2004), "MR73" (2008) y la primera temporada de la serie "Braquo", el cineasta, considerado uno de los motores del renacimiento del cine policiaco en Francia.

¿Quién sale?

Gérard Lanvin ("Mesrine") será Edmond Vidal y Tcheky Karyo ("Doberman") su inseparable Serge Suttel. Daniel Duval ("Caché) interpretará a un pilar de la banda (Jean-Pierre Gandeboeuf, denominado Christo) mientras que dos mujeres se repartirán el papel de la mujer de Edmundo Vidal en las dos épocas de la película: Valeria Cavalli y Stéphane Caillard.

¿Qué es?

Romanzo Criminale + Atrapado por su pasado

¿Qué ofrece?

Nos lo aclara su propio director en palabras a Cineuropa:

"Quise hacer una película humana sobre gánsteres con acción y emoción. Mucha emoción, sangre y lágrimas", explica el director que ha transformado en ficción la vida de un verdadero gánster: Edmundo Vidal. "No es como la inmensa mayoría de los antiguos mafiosos que glorifican con exuberancia sus actos. Todo lo contrario: es un tipo muy sencillo; un gánster que vive apaciblemente con su familia y al que es atrapado por su pasado".

Sostenida por unos decorados muy trabajados y un clima que mezcla realismo sombrío y mitología novelesca (aunque no convenció de forma unánime a la crítica), oscila entre la era actual y la década de los años 70. "Quería que las escenas contemporáneas estuvieran muy bien construidas, con bellos planos, rodadas con una amplia distancia focal, y que, por el contrario, las escenas de los años 70 fueran un poco más trash, muy vivas, filmadas con la cámara al hombro y lo menos recortadas posible.