Revista Cocina

Sardinas a la plancha

Por Carmenrosa @MicocinaCR

SARDINAS A LA PLANCHA
Desde muy temprano la chiquillería recorría las calles, entonces sin asfaltar, recogiendo palos, estacas, cajas de madera, trastos viejos, cartones, cualquier material susceptibles para poder hacer la fogata; tirando de ellos hasta la pira sobre la que se colocaría el “júa” o los “júas”, que a las doce de ésa noche se quemarían.
Mientras los mayores daban los últimos remates a los “júas”, aquellos muñecos de trapo rellenos de paja, trozos de tela, serrín e incluso papeles, a los que se les daba vida propia, dándoles personalidad con grandes dosis de buen humor e incluso picardía.
A la caída de la calurosa tarde, era costumbre hacer el recorrido visitando los “júas” más próximos, donde amigos y vecinos disfrutaban de sus particulares fiestas callejeras adornadas con farolillos, banderitas de colores, donde te invitaban a comer y  a beber; mientras risas, cantos y chillidos de los niños se mezclaban con el estruendo de los petardos, las bombitas y los mixtos cachondeos.
Acercándose la medianoche se trasladaban, casi en procesión, los ”júas” y casi sin esperar la hora, impacientes, se les prendía fuego.   Mientras duraba la hoguera, la alegría latía en el ambiente, los mixtos cachondeos y el crujir del fuego era la música de fondo de las canciones de los que hacían corros alrededor del fuego, girando en uno y otro sentido.
Cuando las llamas no eran muy altas, algunos intrépidos saltaban la hoguera.   El cansancio, el calor nos invitaba a ir a la mar, a lavarnos la cara, según la tradición te la embellecía; a dar tres saltos, una a cada ola, en el mismo rebalaje y mojarse los pies, así se cumplirían los deseos pedidos y los más atrevidos a bañarse a la luz de la luna.
Y es que la noche de San Juan, a pesar del paso de los años, seguía siendo mágica, una noche llena de mitos y leyendas desde el inicio de los tiempos, llena de leyendas, hecha de fuego, de deseos y fiestas donde se une la tradición de ritos ancestrales que simbolizan el culto al Sol con la celebración del solsticio de verano desde épocas remotas que se pierden en el tiempo.
Arena, madera, aire, fuego, agua….  el baile de las llamas, las sombras en la playa a la luz de la luna, el crujir de las maderas, el rumor de la espuma al romper las olas en el rebalaje, quemar lo malo, tocar el agua de la mar y disfrutar de una moraga en la Bahía malagueña.   Tal y como expliqué en ésta entrada (explicaba lo que era un espeto, en honor a mi padre, no la hice yo, que conste). SARDINAS A LA PLANCHA
Y si no se puede en la orillita, pués en Mi cocina…… mejor dicho en mi patio, tal y como asaban el pescado mis mayores, porque seamos realistas, no siempre se podía hacer una moraga en la playa y se comía pescado asado en las casas.....así las preparo:
SARDINAS A LA PLANCHA
Pero en ésta ocasión me decidí por prepararlas a la plancha:
SARDINAS A LA PLANCHA
Tan fácil como engrasarla con aceite de oliva virgen extra, dejarla calentar al máximo, echar sal gorda, colocar las sardinas y echarles sal gorda nuevamente por lo alto...unos minutos (dependiendo del grosor), darles la vuelta y punto.Las sardinas "asás" sí piden un buen chorreón de limón...  
Primordial en Mi cocina...que las sardinas sean de la Bahía de Málaga...y plateadas, con las escamas bien brillantes....
SARDINAS A LA PLANCHASi no tienen plancha, las pueden hacer fritas a la sartén......
SARDINAS A LA PLANCHA
O disfrutarlas a la moraga (en éste enlace encuentran la receta), también llamada a la moruna....    
SARDINAS A LA PLANCHAPero recuerden: si hubo algo malo, se quemó en la noche de San Juan, así que comencemos el lunes con lo bueno ¿no les parece?
¡¡ Buen provecho y feliz verano !!

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas