Revista Cocina
En muchas ocasiones nos da pereza preparar sardinas en casa porque huelen mucho pero yo siempre que puedo las hago al horno y así reduzco, en la medida de lo posible, el mal olor que puedan desprender, y os puedo asegurar que el resultado merece la pena.Las hago abierta, sin espinas para que los peques de la casa se las coman mejor, son más cómodas de comer y no requiere mucho trabajo limpiarlas.INGREDIENTES (para 2 personas):- 8 o 10 sardinas- Sal- Pimienta- Ajo en polvo- Cebolla en polvo- Perejil picado- Pan rallado- 1 limón (lo exprimiremos una vez estén listas para comer)PREPARACIÓN:Sin duda lo único que puede costarnos un poco más de trabajo es el limpiar las sardinas. A mi me gusta quitarles la cabeza, las tripas y las espinas, las aclaro bien en agua fría y las reservo.Cuando tengo todas listas, las coloco en una bandeja forrada de horno.Ponga la piel abajo y sobre los lomos, condimento al gusto.En esta ocasión usé ajo y cebolla en polvo, salpimenté y por encima puse pan rallado, que hace que forme un costra muy rica.Metemos al horno durante 15 minutos a 200º C o hasta que veamos que están hechas.Una vez asadas, las ponemos en el plato y, a mi me encantan, con mucho limón, de modo que exprimimos por encima justo antes de servir.Podemos acompañar las sardinas con una ensalada o unos tomates y a disfrutar.Receta muy sencilla y sana para perderle el miedo a este tipo de pescados.¿Os animáis a probar?