La sátira es un subgénero lírico que expresa indignación hacia alguien o algo, con propósito moralizador, lúdico pero generalmente burlesco en que los vicios y locuras de los enemigos del autor son expuestos sin demasiada ternura.
Son textos graciosos cuando es una tercera persona la retratada, pero difamatorio cuando uno es el retratado. El autor satírico es considerado un villano amargado y el retratado, una víctima. Hacerle objeciones a la sátira es lo mismo que enfrentar los valores de la leña a la implacabilidad del fuego.
Solo se la puede combatir en Internet dándole a la caja de comentarios de un blog y, tras usar Bloqueo de las mayúsculas, con la mayor cantidad de faltas de ortografía que se pueda, llamar de pendejo para arribar a su autor minando así su moralidad.