Esa es la frase que hay que usar con los pensamientos negativos. Con las personas negativas. Con las acciones negativas. Con los sentimientos negativos. Con las sensaciones negativas. O la castiza "hasta luego, lucas". Elijan. La primera queda más fina y curtida de mano de Terminator. La segunda. ¡Oh, dios, la segunda! En fin, a los pensamientos y vibraciones negativas hay que darles plantón porque nos hacen la existencia más triste de lo que es. En la película se tardó más de dos horas en darle en la cara al cybord malvado que representa alegóricamente a esos pensamientos negativos que nos atosigan muchas veces sin darnos cuenta. Así que lo primero: detectarlos. Segundo: Soltarse la frase y mandarlas a paseo o que molesten a otros, que es lo más probable que hagan. No sé por qué, pero nuestra mente asume con gran naturalidad los pensamientos negativos, mientras que los positivos los discrimina rápidamente. Tal vez sea una defensa para no perdernos en una excesiva euforia como la que sacude a a ciertas personas de tendencias optimistas. El descontrol y la confianza excesiva no son amigas de nuestro cerebro. Ya lo sabemos. Pero, de ahí a tener esa sensación de agobio constante a la que nos someten los pensamientos negativos, tampoco. Tal vez, también, el exceso de pensamientos negativos se da por inercia, cuando se está en un constante entorno de negatividad durante algún tiempo prolongado. Al final, el cerebro se adapta y acepta la negatividad como forma de vida. Y salir de ahí no te va a dejar tan fácilmente el cerebro. Ya lo hemos dicho en otras ocasiones, el cerebro no es bueno ni malo, es así, antojadizo y prepotente en su función de salvarnos del Mundo. Pero ya que estamos aquí, qué coño, hagamos la cosas bien y no dejemos que un engendro retorcido en el cráneo nos autodestruya creyendo que nos protege. Rodeados de negatividad no vamos a sobrevivir mejor, pero sí que sufrimos más y nos aislamos aún más, y al hacer esto último, sufrimos aún más y acortamos nuestros años de vida todavías. Cuantos más. Utilice la frase. Repita a sus pensamientos negativos: "Hasta la vista, Baby".