Las versiones de las fotografías son: Scarlett en éxtasis, Scarlett con mirada perdida, Scarlett soñándo, Scarlett vaporosa, romántica... En definitiva, Scarlett tristísima, no triste, tristísima. Entiendo aquello de las embajadoras de firmas de ropa, pero ¿No podrían hacer que la actríz pareciese una chica con algo de espíritu? Lo siento, Mario Sorrenti, el fotógrafo.
Por Dios, ¡¡Qué cruz!! Si parece la Santa Teresa de Bernini. Ahí queda eso.