Revista Opinión

Se destruyen armas, pero los homicidios y la impunidad persisten

Publicado el 25 mayo 2015 por Seb2pol

Si hace unas semanas escribía sobre los problemas que causan las armas que circulan por Honduras, hoy me fijo en esos decomisos mediáticos, donde se destruyen unos cientos o miles de armas ante las cámaras, mientras que la realidad nos dice que son entre 420.000 y 900.000 armas de fuego las que circulan de forma ilícita por el país.

Parece ser que cada año hay una de estos acontecimientos, con la finalidad de recordarnos que se está haciendo algo por destruir las armas de fuego.

Si en 2013 las noticias se hacían eco de la destrucción de 3.000 armas, a mediados de 2014 eran 7.680 las que se sacarían de la circulación, incluyendo 5.000 municiones. Armas de guerra como los fusiles AK-47, subametralladoras, pistolas e incluso lanzagranadas RPG-7 entran a formar parte de la chatarra y dejan de ser un peligro para la sociedad.

Pero la crítica está en que esto apenas es el 1,5% de las armas ilícitas que se ha calculado circulan por el país. Y desgraciadamente podemos leer a diario como entran nuevas armas en el país o se producen robos a las fuerzas de seguridad y el ejército.

Por otra parte lo que realmente demanda la sociedad es un cambio en las leyes, y que se cumplan las que ya hay. El propio comisionado Nacional de los Derechos Humanos, resaltaba que lo realmente necesario no son estas actuaciones espectaculares, si no unas políticas de seguridad pública que sirvan al ciudadano actuando contra las causas de la criminalidad y lleguen a perseguir y resolver los delitos.

La denuncia
Pese a que Honduras fue declarado el país más violento en 2011, comprar un arma legal o ilícita es una tarea relativamente sencilla. Si dispone del dinero uno simplemente puede ir a “La Armería” y hacerse con un revolver por 500 dólares o con una nueve milímetros por 800.

En 2013 el 83% de las muertes fueron a causa de las armas de fuego.

Las propuestas
Las propuestas para que cambien las cosas ya están echas, cosas como realizar un registro balístico más riguroso, aumentar la edad necesaria para portar y comprar un arma, subiéndola de los 18 a los 25 años o reducir el número de armas que puede tener y portar una persona, ya que hasta ahora una misma persona puede tener y portar hasta cinco armas.

Por otra parte se pide también que al entrar al país las armas sean marcadas con datos que sirvan para ayudar en posteriores investigaciones.

El Gobierno
Mientras tanto el Gobierno ultima los detalles para que los turistas no puedan conocer esta realidad, ya que pretende prohibir la portación de armas en aquellas zonas donde exista la mayor concentración de turistas.

Foto laprensa.hn


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