Más vale prevenir que curar y en el paso del tiempo, la adopción de una serie de medidas preventivas pueden ayudarnos a vivir en unas mejores condiciones durante más años.
Algunas de las causas más frecuentes que aceleran el envejecimiento son:
Una alimentación inadecuada (Exceso de grasas, azúcar, etc..)
El exceso de colesterol y triglicéridos
El consumo de bebidas alcohólicas y/o tabaco
La falta de horas de sueño
La obesidad y el exceso de peso
Los radicales libres
El abuso de fármacos
La falta de ejercicio físico o el sedentarismo
El estrés y las emociones negativas
La contaminación (de las ciudades, la doméstica y la acústica).
Las radiaciones solares en exceso.
Para evitar envejecer prematuramente, tomad nota de evitar los factores detallados en la anterior lista. Además de ello, ahí van algunas recomendaciones adicionales:
Alimentarse bien para vivir más tiempo. La dieta mediterránea es un buen ejemplo para seguir una alimentación sana. Mucha fruta, verdura y legumbres. Pan, patatas, pasta, arroz, aceite de oliva y productos lácteos (a poder ser de procedencia biológica) deben abundar en nuestra despensa. Otro gran aliado es el pescado azul, rico en ácidos Omega 3 (por ejemplo las sardinas, el atún, la caballa, etc.)
Mantener un peso adecuado. Si se quiere adelgazar, es mejor evitar las dietas hipocalóricas. En lugar de ello, una dieta personalizada y equilibrada nos ayudará a mantener el peso adecuado sin riesgos para nuestra salud.
Desintoxicar el organismo. Elegir alimentos desintoxicantes (por ejemplo la alcachofa, el apio, el limón). Beber té rojo y verde. Incluir algas en la dieta diaria.
Eliminar el estrés. Si, ya se que es muy fácil decirlo, pero más difícil ponerlo en práctica, pero dedicar unos minutos al día a meditar, a estar con nosotros mismo, a realizar algún hobbie que nos agrade, etc… puede aportaros muchos más beneficios de los que os podéis imaginar.
Practicar correctamente una actividad física. Combinar adecuadamente un programa de ejercicios de tonificación muscular, cardiovasculares y estiramientos, ayudarán a mantener el cuerpo sano y fuerte. (Igual de malo es abusar de la actividad física en exceso, o con unas malas pautas de trabajo, ya que puede provocar contracturas y lesiones en nuestro cuerpo).
Mantener una actitud mental positiva. Aceptar nuestro cuerpo tal como es. Aumentar la autoestima, controlar las emociones y cultivar el optimismo. (Una receta sencilla y barata es sonreír cada día)
Adoptar unas sanas costumbres. Dejar de fumar, dormir más y mejor, respirar correctamente son algunas de las costumbres que se deben incluir en nuestra rutina diaria.
¿Y vosotros? ¿Os preocupa el paso del tiempo y su mella en la salud? ¿Tomáis algunas de las recomendaciones arriba indicadas? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!!!!!!