Se llama secreto ibérico a la pieza de carne del cerdo situada en la parte interna del lomo, es decir, lo que corresponde a la axila.
Es una carne entreverada que posee vetas de grasa que le confieren una jugosidad y un sabor delicioso. Hace años, esta pieza también llamada "lomito" no era muy apreciada, pero el uso de esta carne por parte de algunos cocineros la ha hecho alcanzar un sitio dentro de las carnes exóticas y delicatessen.
La Torta del Casar es uno de mis quesos favoritos. Para su degustación no precisa más que un buen cuchillo para recortar la tapa superior de la torta, una cucharilla y un buen pan. Simplemente es un queso excepcional.
He combinado estos dos manjares, que casan a las mil maravillas y el resultado salta a la vista...
Para cuatro personas:
- 400 g de secreto ibérico (lo venden también en bandejas envasadas con dos piezas o lomitos)
- una torta del Casar
- dos cebollas
- aceite de oliva virgen
- sal gorda o escamas de sal Maldon
- pimienta negra
- pimientos rojos caramelizados para la guarnición
El secreto es una carne tan jugosa que no requiere apenas preparación. No es necesario ser muy sofisticado y con unas brasas o una plancha basta.
Se pelan y se cortan las cebollas en aros y se rehogan a fuego no muy alto en un poco de aceite de oliva. Se incorporan un par de cucharadas de azúcar y se deja que caramelicen durante una media hora a fuego lento. Se reservan.
En una plancha o sartén muy caliente con una pizca de aceite se doran los trozos de secreto. Se emplatan y se dispone encima de cada trozo una porción de queso del Casar (otro de pasta blanda tipo Camenbert o Brie también valen).
Se acompaña con la cebolla caramelizada y con pimientos rojos asados o bien yo encontré en el super un frasco de pimientos caramelizados del Bierzo que están de muerte...