El sedentarismo y la falta de actividad física son más culpables del sobrepeso y la obesidad de los españoles que las calorías que ingieren en su dieta, que se compone de más grasas y proteínas de las recomendadas por la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA), pero de menos hidratos de carbono. Este es el resultado del estudio ANIBES (estudio de Antropometría, Ingesta y Balance Energético en España (ANIBES), elaborado por la Fundación Española de la Nutrición (FEN) Y FINANCIADO POR COCACOLA Iberia (link).
Volvemos a lo de siempre: si quieres saber si un estudio no está mancillado, mira dos cosas: quién lo paga y cuáles son los elementos del estudio (muestra, parámetros a medir y resultados significativos).
¿Quién paga?
La primera premisa ya nos da una pista: si COCA COLA financia un estudio, decir que la población española tiene obesidad porque se consumen una cantidad indecentes de azúcares es tirar piedras a su tejado. Así se camufló el azúcar en los resultados. Si te apetece te lo dejo en este link, es sencillo, corto y de fácil lectura, dirigido a todos los públicos. Cabe mencionar que han tenido la decencia de quitar el sello de la marca al pié de cada página, pero yo poseo una copia impresa que sí lo lleva.
El resultado de las mediciones de la población revelan que aproximadamente el 35% de la población es obesa, la más alta hasta ahora.
En este estudio en inglés (aquí) se pueden consultar las tablas de lo que comemos y, sobretodo, de lo que comen los niños en orden decreciente. Me voy a centrar en los más pequeños porque es la base del problema, pero los resultados para los adultos no son mejores.
El estudio concluye que la ingesta de calorías es más baja que hace 50 años y culpa a la inactividad física del problema sanitario que supone más de un 35% de población obesa, independientemente de dónde procedan dichas calorías.
La población en general y sobretodo la franja de edades más baja consume una cantidad de azúcar que triplica el de hace 50 años, azúcar escondido en alimentos cotidianos (zumos y néctares, pan, bollos, galletas, cereales del desayuno de colores y con chocolate, barritas de cereales, precocinados…) La fruta y la verdura son un castigo, desterradas a consumirse por obligación en el comedor del colegio, o porque llega el verano y hay que comer lechuga y piña durante un mes. Las legumbres, los huevos y el pescado como fuente de proteínas no aparecen ni en el top ten.
El origen de la obesidad y de obesidad infantil no es un misterio, pero parece más rentable echarle la culpa a la falta de ejercicio que a la industria azucarera.
Para acabar, el consejo dietético-nutricional:
Tanto para niños como ara adultos, las premisas a seguir para evitar el azúcar en la dieta son las siguientes:
– El consumo de azúcares es responsable de la obesidad y las enfermedades coronarias y metabólicas no transmisibles como la cirrosis hepática no alcohólica y la diabetes del adulto. Y aunque se diga que con moderación y se incluyan en la punta de la pirámide no deberían anunciarse en televisión en horario de máxima audiencia ni dirigir esta publicidad a niños.
– Las mejores meriendas y postres dulces son las frutas enteras. Sin exprimir, sin licuar. Temer menos a los plátanos y más a las “digestive”.
– De la misma manera que la cerveza no es la mejor fuente dietética de ácido fólico para una embarazada, un bollo lleno de azúcar, grasa y harina refinada no es la mejor fuente de Hierro para un niño (ni para nadie en absoluto) y la mejor fuente de fibra no es una galleta (sino las verduras y las frutas).
– Contar las Calorías de una dieta no asegura la calidad de la misma, no se comportan igual las Calorías que provienen de un bollo de chocolate que las que provienen de las almendras. Por lo tanto no podemos culpabilizar a la carga Calórica de la dieta de una población con el sobrepeso de la misma ni con las patologías que no dependen de la energía sino de los nutrientes que se consumen.