El internet y en sí el ámbito ciber-tecnológico se ha vuelto un estilo de vida moderno que es casi imprescindible para la vida cotidiana. Al ser esto un hecho, lo que buscamos en la vida real, también lo buscamos -y necesitamos- en el ciberespacio, y la seguridad es un tema de gran importancia y muy requerido durante los últimos años.
En la actualidad el método más usual y convencional de tener un poco de esa seguridad es mediante las contraseñas, preguntas secretas, números secretos, llaves electrónicas, entre otras, pero en realidad estos métodos están cayendo poco a poco en la obsolescencia y hacen el trabajo de los hackers muy sencillo, pues adivinar una contraseña se ha vuelto relativamente fácil para estas personas, ejemplos tenemos muchos, a quien no le ha pasado que le hackean alguna cuenta?
La buena noticia es que, probablemente muy pronto, tendremos mejores opciones para nuestra seguridad. Michael Barret, Jefe Ejecutivo de Seguridad de la Información de PayPal, lanzó un comunicado recientemente donde decía que las contraseñas debían extinguirse de una vez, bajo la premisa de que es alarmante la regularidad con la que estas se violan en la vida diaria. En sus palabras “cuando se le deja a los usuarios la oportunidad de elegir su contraseña, lo más probable es que crearan una muy débil y pobre, además de usar la misma para todo” y en cierta razón es verdad. Conozco a muchos, y me incluyo, que tienen pésimas contraseñas y las usan para casi todo. Barret tiene un punto de vista muy realista y, según su forma de pensar, la seguridad es acerca de manejar grados de riesgo, los cuales las contraseñas no los reducen, al contrario, los aumentan, pues le da a los hackers una oportunidad.
La posible solución que Barret propone es muy simple en realidad, sistemas más fuertes de reconocimiento, algo como lectores de huellas digitales, “una cosa es que te roben la contraseña, pero que te roben el dedo es menos problema” dice Barret. Es una buena idea, pero tal vez no se manifieste lo suficientemente rápido como quisiéramos y por lo pronto, tendremos que seguir utilizando nuestras contraseñas, pero el día en que estas mueran, estoy seguro, llegará.