Queridos "amigos" neoliberales que siempre levantáis la voz frente a las trabas que pone el Estado, ¿no sería mucho más rentable para la economía de nuestro país, fijar una semana para las vacaciones de primavera? ¿no perjudica de forma directa que cada año la Semana Santa varíe sus fechas y no posibilite una planificación efectiva para la promoción turística?
El problema de los neoliberales es precisamente lo irónico de ese concepto. Dicen defender la libertad individual cuando en realidad defienden la posición de dominancia de unas pocas familias. Y para ello no dudan en apoyar a quien sea, como por ejemplo sucede en España con la Iglesia Católica. El resultado final es fácilmente distinguible, los que presumen de ser liberales son en realidad conservadores, a los que no les importaría por ejemplo volver a otras épocas donde la iglesia y ellos mismos vivían sin demasiados problemas.
Y mientras esa hipocresía se mantiene en nuestro país laico (o eso me contaron) casi la totalidad de las fiestas nacionales tienen un trasfondo religioso. A mí no me molesta que cada uno crea en el Señor del Espacio que guste, pero no veo porque eso tienen que afectarnos al conjunto de la sociedad. Y la realidad es que la Semana Santa y su inestabilidad en el calendario afecta directamente a uno de los pilares de nuestro desarrollo, el turismo.