La Seminci ha levantado el telón con una mirada al pasado y a dos personas del mundo del cine que comenzaron en Valladolid su carrera de éxito: Icíar Bollaín y Antonio Banderas. La primera se llevó el Premio al mejor nuevo director en 1995 por “Hola, ¿estás sola?” y ahora acaba de inaugurar el Festival con su último trabajo “También la lluvia” –fuera de concurso–, la película que representará a España en la lucha por los Oscar®. El otro protagonista de este arranque ha sido el actor y director malagueño que en 1989 se llevaba un premio como mejor actor por “La blanca paloma”, y que ahora recibía su Espiga de Honor. Una nueva cabecera, más moderna y en sintonía con el renovado logo que también se estrena, daba la entrada a “También la lluvia”, donde Icíar Bollaín traza un relato sobre el colonialismo y la lucha por sobrevivir frente al atropello de los poderosos, en una cinta que también pretende ser un homenaje a las personas que se dedican al cine.
La directora lleva a Bolivia a un equipo que quiere rodar la historia del descubrimiento de América, ficción que encuentra resonancias con la situación que el país está viviendo con la Guerra del Agua en el año 2000, cuando su privatización en manos de una multinacional americana amenaza con privar de ella a la población indígena más pobre. La lucha por el oro ha dejado paso a la lucha por el agua, y la resistencia frente al dominador se repite. Visión polémica y sesgada del Descubrimiento, visto en clave indigenista y con una perspectiva de lucha social que tiene a Paul Laverty de guionista, y a Luis Tosar, Gael García Bernal y Karra Elejalde de protagonistas. A pesar de los anacronismos históricos a que invita el paralelismo de las historias, el guión está bien construido y avanza con fluidez, la realidad y la ficción se mezclan y confunden en los sentimientos de los afectdados, las interpretaciones de todos están a gran altura y la música de Alberto Iglesias es una garantía para marcar el tono de cada momento. Además, una tercera historia de tono personal en torno al productor Costa aporta el elemento emotivo que une, desencadena y cierra el film… aunque sea con ciertas concesiones al espectador.
Por la tarde y ya en competición, la danesa Pernille Fischer Christensen nos ofreció “Una familia”, un dramón muy nórdico con presencia de la muerte de inicio a fin y con la necesidad de un entorno familiar que nos arrope en los momentos difíciles. Ditte es una galerista de arte que se ha quedado embarazada y que decide abortar para salvar un trabajo que le ha surgido en Nueva York junto a su novio. Pero también es la hija preferida de Rikard, panadero de prestigio en una empresa familiar de trescientos años y que ahora padece cáncer. Una muerte anunciada, la culpa de un niño que no nació, la obsesión y la libertad, el dilema entre permanecer junto al padre enfermo o vivir la propia vida sin límites… todo con una luz tremendamente fría y atmósferas asfixiantes, con buenas canciones y mejores interpretaciones –sobre todo de Jesper Christensen como padre enfermo–, pero con un ritmo lento que hace que la historia resulte de difícil digestión, y más cuando se inicia la agonía. La segunda oportunidad y la familia como asidero en una película dura y sin un momento para el respiro, bien realizada pero que no encontrará un público muy amplio.
En las imágenes: Fotogramas de “También la lluvia” – Copyright © 2010 Morena Films, Mandarin Cinema, Vaca Films y Alebrije Producciones. Distribuida en España por Alta Classics. Todos los derechos reservados. De “Familien Rheinwald” – Copyright © 2010 Zentropa Entertainments16. Fotos por Rolf Konow. Todos los derechos reservados.