Cerré los ojos, sintiendo el aroma anhelado por tantos años sin embargo; no podía quedarme quieta, mi mente revoloteaba sobre mil cosas pendientes, un problema en casa, el futuro de los niños y muchos otros dilemas que como polizontes se colaron en la maleta mental de mi viaje.
De pronto y sin poder creerlo,una tortuga caminaba atrastrándose a mi lado, magnífica y pausada. Con todo el peso de su caparazón no dejaba de intentarlo, con toda la arena reseca y piedras en el camino; siguió sus pasos, tranquila, silente. Inquieta mirándola, estuve tentada a ayudarla, calculando el tiempo que le tomaría llegar a la orilla, pero me detuve y pensé:Porque la voy a ayudar, si muero por ser como ella, que dicha ser Mujer Tortuga!
Si, pues en pocas letras podría:
- Tomarme el tiempo de disfrutar la travesía, mirando sigilosa el camino sin perder de vista nada a mi alrededor.
- Aprender de cada roca que me impida pasar, convirtiéndola en una lección, guardando la información para la próxima roca.
- Respirar con satisfacción, entendiendo que aunque no tenga muchas de las respuestas, puedo utilizar la sabiduría de nuestra querida amiga, ejercitando la paciencia una y otra vez.
Claro que quiero ser Mujer Tortuga,conocedora y audaz, como todo los seres vivos del planeta, que respetan sus espacios y disfrutan (en su caso) de cada aletazo en la arena, sin perder nunca el horizonte y saborear el triunfo, ese que te engrandece cuando recuerdas que poco a poco lo lograste, pensando:Si, valió la pena todo ese viaje hasta llegar a la orilla!
Emprendamos esos viajes con confianza y gocemos de nuestras vivencias, amándonos plenamente.Respetando nuestros ciclos y confiando en las pausas que nos deparan las sendas elegidas!
Gracias a mi amigo el Mar, por regalarme, cada vez que lo visito; algunas de las respuestas!
Y tu ? Preparada para ser un poco Mujer Tortuga?