“Otra versión de Sherlock Holmes”, eso es lo que dices cuando sabes de la miniserie de la que hablamos, pero luego te das cuenta que detrás de esta adaptación basada en los trabajos de Conan Doyle (como pone en la cabecera de la serie) esta la BBC, y eso cambia las cosas.
Después de ofrecernos hace poco la mejor serie del año, Luther, las ganas con las que se acomete este Sherlock son importantes y llenas de esperanza, lo que podría hacer que uno subiese demasiado el nivel y se acabase llevando un chasco. Tranquilos, que por suerte no es el caso, Sherlock es todo lo que cabria esperar de una producción de la BBC y un poco mas incluso.
La serie ocurre en nuestros días, nada del pasado, con toda la tecnología, ventajas e inconvenientes que ello implica. Pero tampoco hay que asustarse, por que todo esta medido al milímetro en una perfecta mezcla de clasicismo y modernidad, que hacen de Londres un personaje imprescindible mas.
En la serie están todos los guiños y homenajes que uno espera encontrar en algo que tenga que ver con Holmes, acertijos imposibles a primera vista y razonamientos que dejan con la boca abierta, pero lo mejor son los personajes.
Holmes es un prepotente excéntrico y sociopata, pero con toda la razón del mundo, por que como no tardamos en descubrir eso es lo que nos gusta de el, es cínico y mordaz de manera brillante y casi siempre ofensiva. La interpretación de este moderno Sherlock Holmes se disfruta con avidez, sobretodo por la delicadeza y contención de la interpretación de Benedict Cumberbatch, que debería significar su descubrimiento para el gran publico además de algún que otro premio. Todos están a un nivel excepcional, pero tengo que reconocermi debilidad por ese Dr. Watson interpretado por Martin Freeman, con todo la inteligencia emocional que le falta a Holmes y ese punto de veterano atormentado que hacen que uno se quede con el personaje inmediatamente.
Los tres episodios de hora y media de la primera temporada de Sherlock (ya en marcha la segunda) se ven con gran placer y muchísimo interés, sobretodo por esos personajes brillantes y esas buenas tramas. Una apuesta seria, inteligente y divertida. Como me paso con Luther me he quedado con ganas de mas, y espero poder verlo pronto.