Si Confucio fuera asesor del Gobierno

Dedicado a todos los asesores del Gobierno y muy especialmente a Ángel Carromero, detenido en Cuba, tras haber sufrido un accidente de circulación mientras conducía con su carné sin puntos, con el deseo de que pueda volver pronto a España a seguir cobrando los más de 2.500 euros netos que cobraba como consejero técnico de la Junta Municipal de Moratalaz
Si Confucio fuera asesor del Gobierno se conformaría con recomendar unas cuantas máximas de sentido común. Por ejemplo, que para gobernar con eficacia “asegúrate de que hay suficiente comida que comer, suficientes armas para la defensa y que la gente ordinaria confía en sus líderes.” De estas tres cosas, la tercera es la principal pues “si la gente ordinaria no confía en sus líderes, la comunidad no se mantendrá.” Supongo que Confucio se llevaría las manos a la cabeza si supiera el grado de confianza que despierta la clase política española entre la población. Para despertar la confianza el gobernante debe “dar ejemplo él mismo y entonces instar al pueblo a que le siga.” Un ejemplo que se me viene a la cabeza: si el gobernante recorta los sueldos de sus funcionarios debe empezar por recortar el suyo y el de su entorno. “Si [los gobernantes] son correctos en su propia conducta, ¿qué dificultad tendrían en gobernar? Pero si no son capaces de ser correctos en su propia conducta, ¿cómo pueden pedir tal conducta a otros?” Es decir, que si ves corrupción en las filas de tu propio partido, que rueden las cabezas, porque si no, ¿cómo podrás pedir limpieza a la ciudadanía y a los empresarios?El gobernante no debe “cejar en sus esfuerzos”. En esto, Confucio aboga por la visión a largo plazo y la atención a los tiempos. “No intentes acelerar las cosas y no te distraigas con las pequeñas oportunidades.”
Es importante que el gobernante sitúe en posiciones de poder a gente valiosa, no a su primo del pueblo o a ese chiquito de las juventudes del partido que es de su cuerda. “Promueve a aquellos que tienen carácter y capacidades superiores.” Confucio también advierte contra el ascenso de los aduladores expertos en pronunciar bellos discursos. “Las personas ejemplares no promueven a otros por lo que dicen.”Confucio también tiene cosas interesantes que decir en temas socio-económicos. “El gobernante de un estado o el paterfamilias no se preocupa de si su gente es pobre, sino de si la riqueza está distribuida desigualmente (…) pues si la riqueza está distribuida equitativamente, no hay pobreza.”Habría que preguntarle a Confucio sobre las desigualdades que se produjeron en los años de la bonanza y que la crisis no ha hecho más que agudizar. En cierta ocasión en un estado la cosecha había sido mala y no había dinero en el erario. Cuando alguien sugirió al gobernante que elevara los impuestos, éste respondió que dudaba que fuera a tener suficiente dinero ni aunque los doblase. “Si las familias de tu pueblo tuviesen suficiente, podrías esperar tener suficiente; pero dado que las familias no tienen suficiente, ¿cómo puedes esperar tener suficiente?” Esto en español castizo se diría “de donde no hay, no puedes sacar”. Ya sabemos lo que pensaría Confucio de las subidas últimas del iva y de los impuestos municipales. Me gustan las propuestas de Confucio. Son de sentido común y se entienden sin necesidad de muchas explicaciones. Podríamos contratar a Confucio como asesor del gobierno. Como está muerto, no pediría un gran salario y seguro que reemplazaba con creces a los asesores actuales.