También fue el día del niño, un acontecimiento que se vive muy intensamente durante todo el día y que ayer llevó a 10.000 chavales al templo rojiblanco. El Frente Atlético sacó una pancarta que rezaba "Niños, por esto somos del Atleti". Los resultados de las últimas temporadas unido a la labor de abuelos, padres, tíos y hermanos hacen que la cantera de aficionados esté garantizada. Ver la grada llena de pequeños ultras es algo emocionante.
El partido frente al Villarreal estaba marcado como uno de los complicados porque los castellonenses juegan bien a esto del fútbol. A la dificultad del rival hay que unir el desgaste del apasionante partido del martes frente al F.C.Barcelona y las bajas del equipo, Gabi por sanción y Arda y Diego Costa por lesión. Además Simeone quiso dar descanso, pensando en la batalla de este miércoles, a Miranda y Tiago.
El partido arrancó de la manera habitual, el Atleti buscando ese gol que nos diera la tranquilidad y el Villarreal intentando parar el empuje inicial del cuadro de Simeone. Como ya ha pasado en muchas ocasiones esta temporada, la lata se abrió gracias a la estrategia. Koke ejecuta a la perfección un saque de esquina que Raúl García coloca dentro de las mayas del fondo sur. Que os voy a decir, es falta clara del navarro que empuja al central amarillo, pero como me dijeron ayer, esto es de listos y lo que ayer nos quitaron hoy nos lo dan. Con el resultado a favor y como viene siendo habitual, el equipo se echa atrás para, a la contra, matar el partido, pero ayer este sistema no funcionó, primero porque no estaba Costa cuya potencia y velocidad le hace deshacerse de cualquier rival y segundo porque el equipo se "aculó" en exceso provocando que la línea defensiva y la medular fueran prácticamente la misma y que por lo tanto la distancia entre el centro del campo y Villa fuera descomunal. A pesar de esto, o debido a esto, la sensación de peligro era más por la posesión del balón por parte del Villarreal que por el propio peligro de tiros a la portería de Courtois. El sistema defensivo del Atleti es tan contundente que para tirarnos a puerta hay que usar el sistema de defensa antibalístico de los Estados Unidos. Las dos ocasiones más peligrosas fueron un disparo de Perbet que pasó por encima del larguero y un despeje de Alderweireld que casi supone el empate. Esta pérdida del control del balón generó nervios y en ocasiones despejes por parte de la línea defensiva sin mucho sentido. Por eso, porque fue un partido para hinchas que no acuden con mucha asiduidad al Calderón y porque con tanto niño y padres preocupados por sus niños el ambiente por parte de la grada no era de presión, el Cholo pidió a todos los asistentes que nos dejáramos el alma en los últimos 20 minutos del partido y donde hay capitán no manda marinero, así que dirigidos por el Frente Atlético los últimos 20 minutos fueron de empuje incondicional al cuadro rojiblanco.
Diego Pablo Simeone es un motivador nato, no solo con la grada a la que tiene completamente conquistada y puesta a sus pies (si me pide un riñón me lo arranco con las manos y se lo regalo con un lazo), también con su plantilla. El Cholo insiste en la importancia del equipo y en lo fundamental que van a ser los teóricos suplentes de aquí a final de temporada. Sin ningún tipo de duda Alderweireld es el suplente que cuando sale, menos se nota que no sea titular. Su posicionamiento, condición física, ganas y técnica no le hacen desentonar. Ayer, además, desplegó calidad con unos cuantos pases en largo buscando cambiar de banda e incluso el contragolpe de Villa que hubiera firmado más de un mediocentro de esta liga.

Diego Ribas siempre sale ovacionado del Calderón
Diego Ribas no tuvo su día de cara al gol, pero su calidad es indiscutible, nunca se esconde y da un criterio brutal al centro del campo rojiblanco. Puedo llegar a aceptar el argumento de que su juego ralentiza el fluido ataque rojiblanco, ya que tiene la costumbre de recibir el balón y no jugar de primeras, sino de retener el balón pero sinceramente creo que es por su intención de ver todas las alternativas de ataque posible. Esto, a día de hoy, le está perjudicando a los ojos del Cholo, pero cuando el tiene el balón en los pies sabes que o bien va a hacer algo distinto o bien le van a hacer falta. Insisto, es toda una garantía.
Quién dude del compromiso de Villa que vea como
celebró el gol de Raúl García.
