La muerte de Silvia Tortosa el pasado 23 de marzo desató una amplia controversia en torno a su herencia, destacando el complicado entramado de relaciones personales y decisiones legales que la actriz dejó tras de sí. Tortosa, una renombrada actriz catalana de 77 años, no solo luchó abiertamente contra un cáncer de hígado, compartiendo su batalla en su canal de YouTube, sino que también enfrentó conflictos personales significativos, particularmente con su marido Carlos Cánovas. Tras descubrir la infidelidad de Cánovas, tal y como revelaba la revista Lecturas, con la actriz Marina Lozano, Tortosa modificó su testamento ocho meses antes de su muerte, una decisión que ha puesto a prueba las leyes de sucesión y los límites del compromiso matrimonial.
Cambios claves en el testamento de Silvia Tortosa
La actriz, al enterarse de la traición, decidió excluir a Cánovas de cualquier beneficio de su patrimonio, que incluía varios inmuebles valiosos: dos pisos en ubicaciones estratégicas de Barcelona, un piso en Madrid y una impresionante casa en la urbanización Puerta de Hierro, valorada en más de dos millones de euros. Este cambio reflejó su deseo de asegurar que su legado no cayera en manos de alguien que había violado su confianza. Según Tony Aliaga, amigo cercano y representante de la actriz durante más de dos décadas, Silvia estaba profundamente herida, pero clara en su resolución de redefinir su voluntad para reflejar sus verdaderos deseos y las circunstancias de su vida personal.
Los beneficiarios y las implicaciones legales
Además de reestructurar su testamento, Silvia Tortosa tomó decisiones cruciales respecto a los beneficiarios de su herencia. Destacó la figura de Ana Congost, amiga íntima y albacea de su patrimonio, quien heredó la mayoría de los bienes de la actriz. Otros beneficiarios incluyen a las hermanas de caridad de Barcelona, con una donación de 50.000 euros, y a Ana Umbral, a quien dejó un piso y dinero para impuestos de sucesión. Estos cambios no solo subrayan la voluntad de Tortosa de proteger y asignar su patrimonio de manera consciente, sino que también destacan la importancia de las decisiones personales en la configuración de los legados legales post-mortem.
El caso de Tortosa ilustra la complejidad de las relaciones humanas y cómo estas influyen en las decisiones legales tras la muerte. La actriz, con su determinación y claridad, aseguró que su testamento reflejara sus experiencias y valores más profundos, dejando un legado tanto material como emocional que continúa resonando. A través de su testamento, Tortosa no solo buscó cuidar a aquellos a quienes realmente estimaba, sino también asegurar que su historia personal y sus últimas voluntades fueran respetadas, destacando la profundidad de las conexiones humanas y la resonancia de nuestras acciones más allá de la vida.
Para cualquier cuestión relacionada con testamentos y otros temas relacionados con la sucesión, es muy importante contar con el asesoramiento de abogados de herencias que resolverán todas tus dudas.
Autor: Mónica Oscáriz Faraut | Artículos - Linkedin de Mónica Oscáriz Faraut
Mónica Oscáriz Faraut es abogada de Barcelona, licenciada en derecho por la UB. Experiencia de más de 35 años en el ejercicio de la abogacía ha completado su formación con numerosos cursos y masters.
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