Esta enfermedad es causado por un defecto en la producción de hormonas suprarrenales. en concreto del cortisol, que se ve aumentado. Esta hormona es la encargada de dar respuesta a situaciones de estrés. Para hacer frente a este estrés, el cuerpo modifica el metabolismo de las grasas y las proteínas y además eleva los niveles de azúcar en sangre.
Las causas son variables. La enfermedad puede aparecer por una lesión o tumor en las propias glándulas suprarrenales, en este caso sería un síndrome de Cushing primario. También puede aparecer por un defecto o un tumor en la hipófisis, que es la glándula encargada de dar ordenes a las suprarrenales y otras glándulas del cuerpo para que fabriquen sus hormonas. Si la hipófisis está alterada, irá dando ordenes a las suprarrenales para que produzcan más y más cantidad de hormonas suprarrenales y desencadenara un síndrome de cushing secundario. Otra causa son los tumores ectopicos, que son tumores situados en otros órganos pero que producen hormona estimulante de las suprarrenales y esta hormona hará que las suprarrenales fabriquen más cantidad de cortisol. Por último, el abuso de corticoesteroides o la suspensión brusca, pueden provocar síndrome de Cushing.
Los síntomas físicos son muy evidentes. Lo más vistoso es la acumulación de grasa en el abdomen, pecho y espalda, en cambio, brazos y piernas muy delgados en comparación con el cuerpo. También tienen la cara redonda y grande. Su piel es delicada, tienen varias estrías de gran tamaño y de color escuro y son propensos a tener hematomas a menudo.
En mujeres, también se observa más vello de lo habitual y en zonas que no son habituales en mujeres, como en la cara o espalda. Es frecuente que les desaparezca la menstruación o que tengan ciclos menstruales muy irregulares y largos.
Esta enfermedad también da problemas en los huesos, haciéndolos más frágiles y aumentando las posibilidades de sufrir osteoporosis.
En hombres, puede aparecer impotencia y falta de deseo. Y en general, cansancio, dolores, más sed de la normal y aumento de la tensión arterial.
Si no es tratada debidamente, puede acabar desarrollando una diabetes debido a los continuados niveles altos de glucosa en sangre.
Para diagnosticarla será necesario un análisis de hormonas en sangre, que se puede complementar con una prueba de cortisol en saliva y en orina. Para determinar la causa, se hace un TAC o resonancia de hipófisis (pequeña glándula situada en el cerebro) , para descartar que un problema en ella cause la enfermedad.
El tratamiento varía según la causa. Si es causada por un tumor, se intentará extirpar o hacer tratamiento oncologico, como quimioterapia o radioterapia. Si es debido a medicarse con cortisona se cambiará la pauta o se darán instrucciones para dejarla paulatinamente. Si es idiopatico, sin causa aparente, se darán bloqueadores del cortisol.
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