
Internet es la acción por el pensamiento, o quizás no?
Hace unos días hablaba de lo que me impulsa a bloguear, y también lo que me anima a dejarlo. Una de las motivaciones es el ser un activista desde mi sillón, ser capaz de movilizarme, disentir, activarme y generar campaña, y unirme, desde la comodidad burguesa de mi casa. Este sentimiento es muy generalizado en Internet con mil campañas y mil iniciativas, y más en Facebook donde las hay de todo corte y absurdo jaez. Luego a la hora de la verdad romper la rutina de la mesa y la silla, del traje o de quejarse en privado y ponerse en una calle a gritar tras una pancarta o un slogan se hace dificil, en mi caso dificilísimo y no debo ser bicho raro cuando, por ejemplo, la manifestación/paseo referente al manifiesto de la Ley Sinde apenas congregó en Madrid a unos pocos cientos mientras que en Internet la oleada había sido el ruido enfadado de miles. Puede que todos estemos un poco cansados de que nos manipulen como ovejitas.Todos somos vaguetes: mucho. Pero esto que me parecía un pecado no lo es, o al menos no solo sino que es una característica sociológica de Internet y las redes que se crean dentro. El internauta se apunta, se hace activista de mil causas, mil razones, algunas incongruentes y otras contradictorias, y quiere mover y moverse pero todo acaba siendo un activismo vago, que se disuelve, que no soporta la primera oleada, que cansa y se abandona: un activismo de sillón. Es lo que se ha dado en llamar Slacktivismo, activismo vago, porque, reconozcámoslo todos somos slackers de tomo y lomo, vagos con causa.En muchas ocasiones esta vagancia activista esconde una crítica mordaz y terrible a un sistema que es terrible pero que puede cambiarse o, al menos, tener expectativas de poder reformarlo y hacerlo mejor desde nuestra pequeña aportación. Luego hay quien crítica sin más, a veces con interés espurio tras de sí y efectúa un trollismo vago y neguentrópico que contradice la función básica de Internet, la comunicación, y, además algunos de sus corolarios básicos: provocar la acción por el pensamiento. Estos anti-activistas son los menos y, a su forma no son slackactivistas sino que gastan empeño y ánimo sin acedía en "joder bastante la marrana". La mayoría de los slacktivistas adoptan una posición silente, a veces leech, no por ganas de sabotear los movimientos o las campañas, su mera no acción ya actuaría así, sino por falta de tiempo, de sueño, de esfuerzo. Por eso nos colocamos lacitos tontos, de solidaridad, que a la postre enriquece a algún "vivo"; o pulseritas maravillosas que acabarán con la pobreza del mundo: Esos son solo ejemplo de como un slacktivista puede acallar su conciencia por 1 o 2 euros, sin tener que moverse más.Brindemos por los slacktivistas, y no solo los denostemos, porque igual que por cada 1 colaborador hay 100 que no colaboran por cada slacktivista o activista vago hay un activista hibernando que puede moverse en cualquier momento y movilizándonos es como contrarrestaremos los abusos del Leviathan visible al que nos enfrentamos cada día y tanto más si los medios, los social media, nos lo ponen tan al alcance de la mano.Disidencia, activismo incluso siendo vago. Recuerdos del día de mañana.Imagen: http://www.taringa.net/posts/humor/4659467/Una-imagen-vale-mas-que-mil-palabras___.htmlDespierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.




