Parece que llega un momento en que uno empieza a preocuparse más por ir rescatando las cosas que se ha ido perdiendo a lo largo del camino que por seguir tratando de descubrir nuevas bandas, nuevos sonidos o nuevas promesas… como si eso fuera ya cosa de las nuevas generaciones. Sin embargo de vez en cuando se produce algún descubrimiento inesperado le hace a uno volver a sentir ese gusanillo de años atrás y vuelve a recuperar esa ilusión mezclada con nostalgia al recordar esos buenos tiempos de plenitud y curiosidad.
Algo así me ha sucedido con el segundo disco de los jovencísimos Smith Westerns, que de golpe y porrazo me ha trasladado a los sentimientos que experimentaba en esos últimos 80 y primeros 90 cuando cada nueva banda que conocía, que sonaba diferente y que me tocaba la fibra era un acontecimiento importante en mi vida. De hecho lo extraño de estos tipos es que siento que podrían haber sido perfectamente una de esas bandas que descubrí hace 20 años sin que por ello dejen de sonar frescos y nuevos, o quizá por eso mismo.
No es que los tipos sean innovadores ni tengan un nuevo sonido, ni nada de eso, se trata simplemente de ese pop de guitarras y melodía que tanto me gusta, pero con un toque que lo hace sonar actual y al mismo tiempo intemporal. Ahí están el glam setentero, la psicodelia, el power pop, los Beatles, T-Rex, Redd Kross, Stone Roses… pero también una banda que suena al año 2011.
No sé como lo han hecho. A lo mejor ni siquiera han sido ellos, sino yo que me he dejado embaucar. La cosa es que este “Dye It Blonde” me suena muy bien. Escucha temas como los dos que he puesto o como “Smile”, “Still New” (aunque la canción no se parece nada, esa guitarra que suena de fondo me transporta cada vez que la escucho al “World Leader Pretend” de REM), “Only One” o “Fallen In Love” para comprobarlo.
Canciones:1. All Die Young 2. End Of The Night