Revista Sociedad

Sobre crítica y utopía

Publicado el 23 mayo 2014 por Abel Ros

La funcionalidad de este blog reside en vehicular un pensamiento social desde las turbinas de la crítica 


Sobre crítica y utopía
ace unos meses recibí un correo electrónico de un lector preguntándome por la funcionalidad de mi blog. Decía este señor de las tripas españolas que El Rincón de la Crítica era un florero más, de las miles y miles de bitácoras que cuelgan en la red. Se refería a que mientras otros blogs ayudan a los lectores en diferentes campos del conocimiento – cocina, informática, leyes, etc.- , éste - el mío – no tenía ninguna razón aparente para aumentar su número de visitas, luego era un candidato idóneo para el fracaso a medio plazo. La verdad sea dicha, cuando comencé con el blog, allá por el año 2011, tenía otra imagen del mundo de los blogs. Pensaba – ignorante de mí – que la escritura de denuncia social tenía más demanda en un país moderno, alejado del analfabetismo de antaño. Creía que con millones de ordenadores conectados a Internet, un blog de opinión sería leído por la inercia de la red. Hoy, tres años después de aquellas ingenuas reflexiones reconozco que me equivoqué. En este país no existe una demanda creciente de escritura basada en la crítica libre, plural e independiente. Seguimos, como denuncié en su día en las "dos Españas" de los tiempos republicanos. Un país dividido entre "lectores de ABC" – conservadores – y "lectores de El País" – supuestamente progresistas -. 

Esta falta de cultura crítica o, dicho de otra manera, esta carencia de medios apolíticos; es la que hace que un lugar como el mío no tenga la aceptación social que tendría otro, ubicado claramente en la izquierda o en la derecha. Así las cosas, cuando escribo un post crítico con el Partido Popular – que son la mayoría – desciende el número de suscritos procedentes de la derecha y, al contrario cuando el post critica al PSOE desciende el número de suscritos progresistas. Es, precisamente, el encasillamiento social de los lectores y, sobre todo, la necesidad de pertenecer a un grupo delimitado, el que desconcierta a miles de lectores cuando pasean por mi blog.

Otra causa añadida, que explica la poca expectación que despierta esta bitácora es el poco número de comentarios que reciben sus artículos. Como sabéis, las reglas para que un comentario no pase por la moderación es que su comentarista tenga otro previamente aprobado. ¿Por qué hago esto?, esto lo hago para evitar que la crítica sea destructiva o, dicho de otra manera, que se realicen insultos hacia las personas citadas en los artículos o, incluso hacia mi persona. No es ni el primero ni el último comentario que se ha quedado en la trastienda de la moderación por contener palabras malsonantes; determinadas por la intolerancia de ciertos lectores hacia las opiniones ajenas.

Si tanto "fracaso" supone este blog, os preguntaréis: ¿por qué razones lo sigo editando? Decía Maeztu – pensador del “regeneracionismo” – que el periodismo debía ser un instrumento pedagógico para ilustrar a las masas en el arte de la crítica. Esa reflexión de Ramiro es la que mantiene viva la chispa del Rincón. La funcionalidad de este blog – y con ello respondo al correo de mi lector – reside en vehicular un pensamiento social desde las turbinas de la crítica. Enseñar a pensar es la tarea fundamental de este humilde blog. Para construir una crítica constructiva y responsable es necesario adiestrar a los jóvenes; como en su día hizo Galván en los paraninfos de Franco. Adiestrarlos, les decía, para que aprendan a analizar los hechos sociales desde la lejanía sociológica. Una lejanía marcada por visiones panorámicas, sin caer en el reduccionismo de la parcialidad acostumbrada. La utopía de la crítica reside en la libertad de pensar con autonomía, sin miedo al qué dirán por expresar las opiniones. Para que este humilde blog aumente sus visitas, y no caiga en el olvido, es necesario que surja un cambio de mentalidad en las estructuras de esta sociedad. Para ello; para que exista un cambio de mentalidad se debe fomentar la filosofía en los institutos; el cine de denuncia social y, el teatro de los tiempos de Vega. Sin filosofía y sin una cultura independiente, de los intereses de la burguesía, es practicamente imposible que el lector lea con buenos ojos un blog, dedicado a criticar desde las bases intelectuales de la libertad.

Así las cosas, los lectores afines a este blog han encontrado en él una "bocanada de aire fresco" – en palabras de una lectora – a la miseria mental que hay detrás de la industria cultural. Una industria de la cultura, les decía, abanderada por una televisión de pandereta al servicio de los mercados. ¿Dónde están los debates y los programas culturales? En la 2, respondería el búho. La segunda de TVE se ha convertido en la "manzana podrida" para acallar a las élites intelectuales, disidentes con las dictaduras del "sálvame", "supervivientes" y otras semejantes. Una televisión basada en el entretenimiento es nefasta para construir la democracia. "En tiempos franquistas – decía mi abuelo – veíamos toros hasta en la sopa". Hoy en día pasa algo parecido. Lo que antes eran toros ahora son magazines. Magazines protagonizados por periodistas de lo frívolo, donde el vocerío y el insulto barriobajero es el antídoto perfecto para entretener a las masas. Es, precisamente, esta miseria intelectual fomentada por los medios, la que impide al Rincón despegar del anonimato y convertirse en un referente social de la crítica objetiva. Salvar la miseria es la condición necesaria para que medios como éste consigan sobrevivir en el horizonte cercano. Si no lo conseguimos; si no alzamos la voz e invitamos a los nuestros para que este proyecto venza a la frivolidad televisiva, probablemente viviremos como borregos al acecho del engaño.

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