Revista Diario

Sobre la anomalía en la interrupción del espacio- tiempo.

Por Julianotal @mundopario
Sobre la anomalía en la interrupción del espacio- tiempo.
Los relojes como instrumentos tortuosos del sistema reglamentario de las convenciones sociales. Instrumentador autoritario que delimita acciones presentes y futuras. Casualmente, presente y futuro es otro elemento que armoniza los elementos vitales, deberes y obligaciones, etc. Variopinto de lecturas que podrían sintetizarse bajo el tiempo liquido hablando en términos de Baumann, claro.
El quid de la cuestión está en el calendario que cuelga de nuestro cuero, y qué sucede cuando se realiza in-evitablemente la introyección de los cuerpos, el tiempo compartido (y no en referencia al intercambio casual de fluidos que suelen darse en hoteles de ocasión, pues esto pertenece a lo mencionado anteriormente)
Lo que incumbe a la problemática es la construcción fortuita de compartimento de tiempos dedicado entre dos pares donde cuore y mente hacen sus delicias. Qué sucede, entonces, cuando bajo decisión unilateral o bien por mutuo con-sentimiento se da a la finalización o interrupción del mismo: la pérdida de una de las partes de la esfera sentimental compartida infiere la caída a un vacío, o quizás a un horror vacui intermitente. Esto tiene que ver porque se genera una interrupción del espacio-tiempo y solo queda lo primero, una meseta donde la probabilística sólo es una tortura dantesca. Ante esta situación, cuya duración no se pueden medir en términos normativos de los tiempos sociales, le caben dos posibilidades en las que mente y cuore entran en conflicto: o bien la mente recupera atisbos de conciente raciocinio que no tiene gollete ni incidencia en la anomalía de interrupción espacio-tiempo, o, mucho peor, caigamos en el síndrome del “corazón delator” donde, a pesar que la mente toma posición en los actos, no se puede evitar el incesante palpitar de ese corazón agónico y caprichoso que hace retumbar el parqué del piso.
Estos momentos transitivos de anomalía (donde se lucha cuerpo a cuerpo contra los dictámenes de las convenciones sociales) suelen ser tan improductivos como ponerse a ordenar cajas de cds vacías, y tan desabridas como comerse de dorapa un cuarto de helado de pistacho y crema del cielo.
He dicho.

Volver a la Portada de Logo Paperblog