Esta entrada complementa y completa una anterior y deficiente reseña sobre este LP que publiqué en este mismo blog en 2010En 1984 Frank Sinatra no había alcanzado muy buenos resultados con sus dos últimos trabajos, She shot me down y Trilogy. Aunque son dos LPs de una calidad incontestable no habían llegado al corazón del público ochentero, quizá por ser demasiado introspectivos. Después de tener que desechar un álbum de duetos junto a Lena Horne que no se pudo llevar a cabo por una enfermedad de la cantante, dos años más tarde, el cantante, deseando volver a esa cima que en pocas ocasiones abandonó, concibió un LP junto a Quincy Jones que trataba de recuperar todo el espíritu de las grabaciones con la orquesta de Count Basie en la década de los sesenta, el swing más puro y con más energía que siempre le ha caracterizado. Y además de contar con ese sonido, L.A. is my ladyconsigue un estilo muy moderno, acorde con la década de los ochenta, que terminó, esta vez sí, por cuajar perfectamente entre el público actual. El propio single que dio nombre al disco (composición de Quincy Jones creada especialmente para este LP) es una canción moderna que, sin embargo, no abandonaba el estilo Sinatra. Y hasta tal punto llegó la ambición de conectar con la década de los ochenta que, de aquel primer single, se grabó un video-clip, primera incursión de Sinatra en ese nuevo mundo del video. La grabación del disco fue filmada íntegramente con una pequeña audiencia de público en un documental titulado Frank Sinatra: Portrait of an álbum.
Vía Quincy Jones, Michael Jackson visitó a Frank Sinatra en Nueva York, en el estudio de grabación
La clave de L.A. is my lady está, en buena parte, en el buen hacer de Quincy Jones y en el efecto que el sonido realizado específicamente para este LP tiene en Sinatra. Después de todo, el sonido más característico que encumbró en lo más alto al cantante fue el que tuvo junto a la orquesta de Count Basie y en esa orquesta, estaba ya presente un joven Quincy Jones. Jones recupera el sonido Basie y lo actualiza a los años ochenta. El resultado es perfecto. Y el efecto conseguido en Sinatra es inmejorable. Frank se suelta, más que en cualquiera de los álbumes predecesores, incluso más que en muchas épocas de su carrera y sintiéndose libre, consigue unas nuevas versiones de los clásicos que nada tienen que envidar a las originales. De esta manera, graba su mejor versión del clásico Stormy weather, esta vez, en clave de blues, con mucha alma. Y repasa algunos clásicos que se había dejado en el camino como Teach me tonight, la espléndida balada How do you keep the music playing o la simpar Mack the knife, cuya versión incluida en el LP definitivo no dejó muy convencido a Frank. De hecho, la versión alternativa, incluida posteriormente en el disco recopilatorio My way: The best of Frank Sinatra fue la que más gustó al cantante. Si se escucha con atención vemos que, incluso en la letra, es sustancialmente diferente. Con L.A. is my lady Frank Sinatra se rencontró con el gran público. Merece la pena escuchar de nuevo el álbum, detenidamente. La orquesta de Quincy Jones que acompaña a Sinatra, está llena de maestros consolidados del jazz como George Benson, Lionel Hampton, Hank Jones, Buddy Collette, Frank Foster o John JR Robinson y esto provoca que podamos disfrutar el lado más jazzístico del cantante, como ya ocurriera en las grabaciones junto a Count Basie. Esta joya fue grabada en Nueva York, en abril de 1984Quincy Jones y Frank Sinatra en el estudio
Veremos la primera incursión de Sinatra en el mundo del videoclip con el tema L.A. is my lady:Y al fin, el documental Portrait of an album donde podemos disfrutar del trabajo en estudio de Frank Sinatra: