Sobre la portada de Vogue y las revistas de moda en España

Sin palabras.

A estas alturas, ya todas habéis visto la portada de junio de Vogue España, una mala (malísima) copia de la portada de Kim Kardashian y Kayne West para Vogue US a la que han querido homenajear demostrando(me) que no han entendido nada. Podemos volver aquí a opinar sobre el tema del que hemos discutido largo y tendido esta mañana por twitter (ha sido trending topic), pero lo que me interesa sobre todo es hacer una reflexión sobre el panorama editorial español.

Ya sabéis que estamos haciendo la versión en papel de Fashionisima. Intentándolo, al menos. Porque no os podéis imaginar lo difícil y caro que es salir sin un grande grupo editorial apoyándote detrás… Hace tiempo que os quiero contar cómo va concretándose la idea y comentar con vosotras las conclusiones que sacamos de la encuesta que os pedimos rellenar para ayudarnos (y que sigue online si queréis dedicarnos 5 minutos), aunque el trabajo que nos demanda este proyecto y la caída de la web a nuestra vuelta de Coachella (¡lo que faltaba!), han tenido ocupadas todas nuestras horas de vigilia y de sueño. Aprovecho, pues, para disculparme por las inconveniencias (seguimos trabajando para mejorar) y por el ausentismo: no creáis que os tenemos abandonadas por postear menos. Al contrario, trabajamos incansables (off line) y siempre pensando en vosotras. Y aunque suene a tópico, os explico lo que quiero decir…

Cuando empecé con el blog, la discusión interminable (¿quién se acuerda ahora, en pleno reinado de las style bloggers, de ese debate?) versaba sobre esas personas “amateurs” que pretendían robar el pan a los profesionales. El problema, desde mi punto de vista, era que esos insiders, con información de primera mano, más contactos, conocimientos y experiencia que nosotras en el “mundillo”, sin duda, estaban muy apoltronadas en un sistema que hasta ahora había funcionado sin problemas: ¿las fotos del desfile de Louis Vuitton este fin de semana en Mónaco? No las habríamos visto hasta dentro de 6 meses de no ser por Internet. Ahora, la información circula a otra velocidad (y por otros canales) y ya no se pueden conservar contenidos en la nevera para vivir de conservas y refritos. ¡Los consumidores queremos productos frescos! Si entendéis mi metáfora ;)

Ésa fue mi principal motivación al crear el blog en su día: tratar de recopilar toda la información de moda relevante para que, de un solo vistazo, la gente como yo pudiera encontrar contenidos nuevos e interesantes. Así que ya veis, hacemos esto por vosotras que, como nosotras, sabéis que hay vida fashion más allá del blog de Paula Echevarría o de las aventuras de net-celebrities, que nos distraen mucho, pero no satisfacen nuestro apetito de MODA. Y lo hacemos por vosotras porque nos habéis demostrado, durante todo este tiempo, con vuestras visitas, comentarios y, en definitiva, con vuestro apoyo algo muy importante: que NO ESTAMOS SOLAS (vamos, si no, diría que hago el blog para mí, que soy una neurótica). No somos las únicas que creemos que la moda se puede comunicar de una manera cercana y divertida, sin perder la rigurosidad ni las formas. No somos las únicas que pensamos que hay vida más allá del Lecturas (por no decir Hola, que ya quisieran) en el que se ha convertido Vogue. Ni somos las únicas que estamos hartas de esas hipocresías y mensajes contradictorios: la mujer real, operación bikini, el “empoderamiento” de la mujer, gástate 1000 euros en unos zapatos si quieres triunfar…

Todo eso nos animó a creer en la posibilidad de lanzarnos al papel. ¿Y si existiera una revista para amantes de la moda que nos representara de verdad? Que, como expresó una de vosotras magníficamente en la encuesta, no sea una guía sobre cómo deberíamos ser, sino un reflejo de lo que somos. Que sea informativa, pero cercana, que tome en consideración nuestros intereses REALES sin ser aburrida. Que nos haga soñar, manteniendo los pies en la tierra. Y que demuestre que se pueden hacer las cosas BIEN. Y en eso estamos… Falta que alguien crea que una revista así tiene su público (¡gritad fuerte!) para que podamos reunir la fortuna y media que cuesta salir a los quioscos. Tal vez no arrasará como (me temo que) hará el Vogue España de junio que, como bien nos decía @Miquel_Sab por twitter esta mañana: “ventas van a tener, seguro. Ahora, que sea el target que luego se compra lo que se anuncia dentro ya es otra cosa”.