Revista Opinión

Sociedad política según la Teoría del Cierre Categorial

Publicado el 07 febrero 2012 por Vigilis @vigilis
En la Teoría del Cierre Categorial (TCC), las sociedades políticas son analizadas como esencias constituidas por un núcleo y su capa anexa. Si se estudian las sociedades políticas, hace falta describir el modelo al que responde cualquier sociedad política. Esto no es nuevo, otros tienen otros modelos teóricos en los que cabe toda sociedad política. Hoy veremos el modelo de análisis del materialismo filosófico, porque al ser el último (que no definitivo) gran modelo o modelo completo de pensamiento en habla hispana, tiene relevancia en sí mismo.
La sociedad política es un sistema y una esencia constituida por un núcleo (que genera la esencia). Este núcleo no se puede considerar aislado, está en contacto con un cuerpo que lo rodea. Este cuerpo lo forman diversas capas. La relación entre núcleo y capa, determina un proceso evolutivo, de modificación del propio núcleo, con lo que tendremos un curso o fases por las que pasa la esencia. Se puede cambiar el núcleo de tal modo que llegue a la eliminación de la esencia (transformación en otra esencia).
La TCC, para conocer algo, describe lo que se llama espacio gnoseológico. Este espacio está constituído por tres ejes: eje sintáctico (términos, relaciones y operaciones), eje semántico (referenciales, fenómenos y esencias) y eje pragmático (autologismos, dialogismos y normas). El eje sintáctico del poder político se compone por tanto de términos políticos, relaciones políticas y operaciones políticas.
  • Los términos políticos son el poder determinativo. Este poder tiene la capacidad de construir, clasificar y destruir términos políticos.
  • Las relaciones políticas son el poder estructurativo. Este poder tiene la capacidad de construir relaciones entre términos, para que la cosa funcione de acuerdo a sus fines esperados.
  • Las operaciones políticas son el poder operativo. Este poder tiene la capacidad para actuar sobre términos para transformarlos en otros términos (por lo tanto, en última instancia se cambiarán no sólo los términos, sino las relaciones y las operaciones).
Determinado el núcleo de la sociedad política, se describe a continuación el cuerpo de la sociedad política. Este cuerpo tiene tres capas. Geométricamente, de dentro hacia fuera, tendríamos capa corjuntiva, capa basal y capa cortical. Estas capas vienen determinadas por la propia acción del núcleo, responden a la eutaxia de la sociedad política, esto es, que la sociedad política “funcione” (aquí nos dan igual los fines de la sociedad política, pues se trata de analizar un modelo válido para cualquier sociedad política).
  • La capa conjuntiva comprende las estructuras sociales que se relacionan entre ellas y consigo mismas.
  • La capa basal, es la capa “económica”, comprende aquellos bienes a conservar, transformar o reproducir. Se excluye a las personas porque no son bienes.
  • La capa cortical comprende a los sujetos exteriores a la sociedad política. Últimamente esta capa se empieza a diluir (España y Francia forman parte de la UE, luego los franceses no son del todo ajenos a nuestra sociedad política, es más, nuestra sociedad política tiende a difuminar sus fronteras). Nótese que existen elementos ajenos a la sociedad política dentro del ámbito de esta sociedad (por ejemplo, quienes practican la ablación dentro de España).
Sociedad política según la Teoría del Cierre Categorial
A mi me ayuda a entender esta teoría la idea de identificar las capas con formas y los poderes con funciones. Con una tabla se tiene una visión espacial de estos problemas y además se puede analizar cada capa o cada poder por separado para ver cómo funcionan en distintos ámbitos.


Poder operativo Poder estructurativo Poder determinativo

Capa conjuntiva Poder ejecutivo Poder legislativo Poder judicial

Capa basal Poder gestor Poder planificador Poder redistribuidor

Capa cortical Poder militar Poder federativo Poder diplomático


Geométricamente los cruces de capas y poderes, nos dan nueve expresiones. Por las definiciones antes dadas podemos tener cierta idea del significado de cada expresión. De forma somera podríamos resumirlo como expongo a continuación:
  • Poder ejecutivo.- Opera sobre términos que se relacionan entre sí. Concretamente ejecuta acciones de transformación. Poco importa si los sujetos están de acuerdo o no con las transformaciones. El poder ejecutivo impone una fuerza coercitiva que va desde la amenaza física, hasta los incentivos fiscales para que los sujetos actúen de una u otra forma.
  • Poder legislativo.- Construye relaciones entre estructuras políticas. Es decir, las normas a aplicar en la sociedad política. En sentido estricto, estas normas serían las “primeras normas”, la base sobre la que lograr la eutaxia (que el sistema funcione como se desea que funcione).
  • Poder judicial.- Construye, clasifica y destruye aquello -dentro de la sociedad política- que se puede relacionar entre sí. Es decir, puede destruir a un miembro de la sociedad encerrándolo o ejecutándolo. También puede otorgar ciertos derechos/obligaciones a unos ciudadanos y no a otros.
  • Poder gestor.- Estructura o da forma a los bienes y recursos naturales. En un estado socialista, el poder gestor y el ejecutivo se imbrican. Cuanto más abierta es una sociedad, el poder gestor tiende a separarse más del poder ejecutivo. El poder gestor sería por tanto la estructura que toma decisiones en el ámbito productivo y económico.
  • Poder planificador.- Construye las relaciones de bienes y recursos naturales. Es decir, la normativa a aplicar sobre los bienes. Decide por tanto, qué se produce, cuándo se produce y cómo se produce. Se confundirá más o menos con el poder legislativo en función de lo más o menos planificada sea una economía.
  • Poder redistribuidor.- Construye, clasifica y destruye los bienes y recursos naturales. Es decir, cumple la función de asignación de recursos. Da y quita a individuos, fábricas y campos, recursos (por lo tanto, redistribución es clasificación). Ejemplo inmediato y actual sería la Agencia Tributaria.
  • Poder militar.- Actúa sobre lo ajeno a la sociedad política. Puede destruir a enemigos extranjeros o construir aliados (con lo que aumentaría el ámbito de la sociedad política).
  • Poder federativo.- Construye las relaciones que afectan a lo ajeno. Son los acuerdos, alianzas y pactos que regulan la vida política con los extraños.
  • Poder diplomático.- Construye, clasifica o destruye lo ajeno a la sociedad política. Decide quién es enemigo o aliado, o los grados de enemistad o alianza con otras sociedades políticas o los extraños.
La sociedad política, como se aludió, pasa por fases. Estas fases (no necesariamente etapas) se distinguen por la preponderancia en cada momento de una, dos o ninguna capa sobre las otras. Así, habría siete “fotografías” de las sociedades políticas. La descripción de los poderes o expresiones de la sociedad política, sirven para realizar un análisis teniendo en cuenta estas fases. Por ejemplo, el cambio de régimen que trajo la Revolución Francesa. En este contexto se produce un desplome de la capa conjuntiva, que es sobrepasada por la capa basal y sin embargo, la capa cortical permanece intacta (después, el 18 de Brumario, el poder militar pasa a fagocitar el poder ejecutivo revolucionario). Otro análisis se puede atisbar en la guerra civil española. Aquí, las capas conjuntiva y cortical se desploman, pero la capa basal permanece intacta. También se puede analizar el proceso de integración europea como un aumento del poder operativo en instituciones europeas, dejando de lado los poderes determinativo y estructurativo. Como se ve, las posibilidades de análisis son enormes.
Esta descripción de las sociedades políticas, es útil para determinar también sus diferentes modos o expresiones con que se nos muestran en la aventura de la historia.
En “Primer ensayo sobre las categorías de las Ciencias Políticas”, se aleja el análisis desde el punto de vista energético (el de las calorías consumidas, que yo defiendo por mi perspectiva ética de la supervivencia del hombre) y del de la demografía (existen demasiadas excepciones a que la cantidad de individuos en una sociedad política determine su fase. Ejemplo: ¿Luxemburgo hoy tiene menos éxito que el imperio Qing?). El análisis historicista (como evolución hacia “algo”) también se descarta porque la misma historia da testimonio de “involuciones” o retrocesos (el “optimismo antropológico” de Zapatero se cae por su propio peso al abrir cualquier libro de historia). Se busca una perspectiva puramente política en función de la relación entre sociedad política y estado.
Sociedad política según la Teoría del Cierre Categorial
Con este planteamiento, se distinguen tres fases: protoestatal, estatal y postestatal.
  • Fase protoestatal o primaria.- Corresponde a la sociedad primitiva en la que no hay estado. Esto no quita para que haya jerarquía, normas, etc. Nuestros antepasados más remotos, podemos pensar que se organizaban como los primates. Existe un cierto orden instintivo o biológico que estructura a la sociedad primitiva. Estas sociedades tienen capa basal y capa conjuntiva. La capa basal sería la integración de la sociedad de un primer orden (familia, por ejemplo) en la sociedad de segundo orden (toda esa misma sociedad primitiva). La capa conjuntiva la aportaría el líder natural (jefe de clan, por ejemplo). El éxito de la sociedad primitiva (excedentes alimenticios, protección frente a los elementos y los enemigos), vendría dado por un aumento de los miembros de la capa conjuntiva que estimulan o coartan, para aumentar la producción (en sentido genérico). La capa conjuntiva tendría una visión eutáxica de cara a la supervivencia del propio sistema. Si la sociedad de jefatura política se organiza sobre una sociedad natural, se hablaría de uniarquía. Si se organiza sobre más de una, sería un protoestado. No llega a ser estado porque no tiene relación con otro estado (es decir, no se define frente a otro estado). Existen formas intermedias entre la uniarquía y el protoestado.
  • Fase estatal o secundaria.- Una sociedad primaria pasa a ser secundaria no sólo por agregación o disgregación de sus componentes, sino por un proceso dialéctico en el que se reconocen nuevos tipos de relaciones con otras sociedades externas. Las nuevas relaciones (militares o comerciales), exigen aumentar la complejidad de la sociedad política. La sociedad política que va a ser estado, se asienta sobre un territorio (exigencia de sedentarismo), es decir, crea derechos exclusivos de propiedad privada frente a otros protoestados. Esto es lo que los materialistas filosóficos llaman “vuelta al revés” de la teoría del origen del estado de Engels. Aquí no se trata de que el estado crea la propiedad privada para defender ciertos privilegios de la capa conjuntiva (privilegios de “clase” para perpetuar la explotación). Al contrario, es el estado, el que irremediablemente -en tanto estado- establece la primera propiedad privada como derecho de exclusión sobre un territorio frente a otros estados. En este momento, no es una persona ni un grupo de personas los que se apropian de una tierra, sino la sociedad política la que se asienta y adquiere derechos. Así, aparece algo nuevo que no podemos llamar sociedad primitiva (ni mucho menos natural), esa novedad es el estado. Las sociedades políticas primarias se expanden y encuentran otras sociedades primarias. Aparece la propiedad privada (territorio estatal) y la capa cortical (ya que se establece una dialéctica frente a la sociedad vecina). El grado de complejidad ascendente (nuevos términos, nuevas funciones, nuevas necesidades, nuevas operaciones) que implica la soberanía territorial, refleja que los nuevos estados estén dotados de modos y formas que les son propios (cultura, y yo añadiría el mestizaje cultural). En los últimos tiempos, varios estados establecen alianzas con vocación de permanencia, en estos casos, las capas corticales tienden a fundirse, sin embargo esto no indica por sí solo una evolución (como estado evolutivo o formativo posterior), por ejemplo: la desaparición del Pacto de Varsovia. Está claro que estas alianzas establecen nuevas dinámicas a ser analizadas, pero en esencia, insistamos en ello, no configuran un nuevo estadío estatal.
  • Fase postestatal o terciaria.- Esta fase tiene dos aproximaciones. La sociedad postestatal absoluta (o global) y la sociedad posterior a que no haya un lugar en el planeta que no sea (de al menos) un estado (esta hipótesis significa la recurrencia indefinida de la fase secundaria).
    • Sociedad postestatal absoluta.- Exige la desestructuración de los actuales estados. Para ella hay tres alternativas: la aestatal, la supraestatal y la transestatal.
      • Alternativa aestatal.- Se puede dar por dos vías. 
        • La primera: desestructuración mediante la disgregación. Los estados se fragmentan en unidades políticas más pequeñas, vaciándolos, hasta que desaparecen como tales. 
        • La segunda: triunfo de la revolución comunista. Este es el único caso que se puede estudiar empíricamente, pues es el único que se ha intentado adrede (y ha fracasado).
      • Alternativa supraestatal.- Desestructuración mediante la agregación. Los estados se unen en grandes bloques que a su vez se unen en otros más grandes, para llegar a un estado planetario. El estado único carece de frontera o de límites a su soberanía, con lo que ya no sería un estado. La capa cortical se haría innecesaria (a no ser que tuviéramos que tratar con una civilización extraterrestre).
      • Alternativa transestatal.- Estructuras políticas, industriales, productivas, comerciales, etc. tejerían una densa red de información que desbordaría a los estados. (¿Globalización?) Ésta sería otra forma de llegar a la alternativa supraestatal.
Todo esto no es tan aburrido como parece: a los aficionados a la ciencia ficción, nos puede servir para la construcción de mundos coherentes donde situar las historias o los juegos.
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