En alguna ocasión os he comentado lo que me gusta rellenar carnes, pescados, verduras... o lo que se tercie.
Aparte de entrarte la comida por los ojos y estimularte el querer probarla, un relleno es una forma fabulosa de mezclar diferentes ingredientes que aporten todos los nutrientes necesarios.
Como en casa somos queso-adictos o #cheeselovers, intento introducir el queso en mis preparaciones y así disfrutamos aún más.
Aunque parezca un plato complicado, sólo hay que pedirle al carnicero que nos abra el solomillo en forma de libro para así dejarlo preparado para rellenar. Yo aprovecho para pedirle también un poco de hilo o cuerda de bramante para atar la carne (gracias Álvaro).
Está más rico si usáis una variedad de setas frescas, pero el precio se abarata si utilizáis, como yo, las que venden congeladas en supermercados cuyo nombre está en la mente de todos.
Para 3-4 personas:
- 1 solomillo de cerdo grande (como de 3/4 de Kg u 800 g) abierto en forma de libro
- 400 g de setas congeladas variadas (1 bolsa)
- 2 cebollas dulces
- 4 lonchas de queso suave, tipo manchego o Havarti
- 1 vasito de vino blanco
- aceite de oliva virgen extra
- sal y pimienta
Se precalienta el horno con calor arriba y abajo a unos 200º C.
Se pone en una sartén un poco de aceite y, cuando esté caliente, se añaden las setas sin descongelar. Se salpimentan y se cocinan durante10 minutos o el tiempo que indique el envase.
Se pone el solomillo en la tabla y se cubre con las lonchas de queso:
Se colocan en el centro parte de las setas ya cocinadas:
Se enrrolla, apretando ligeramente para que se compacte el relleno. Se ata con un cordel alrededor, de forma circular a lo ancho y un par de veces a lo ancho:
Se pone en una fuente de horno una base de aceite de oliva y las cebollas cortadas en plumas. Se añade a la fuente el resto de las setas que no hemos puesto en el relleno y se dispone encima el solomillo relleno
Yo añado un ingrediente secreto: un poco de polvo de setas que me gusta poner para darle aún más sabor. Si no lo tenéis sabe igual de rico, no os preocupéis.
Lo introducimos en el horno caliente. A los 5 minutos le añadimos el vasito de vino blanco y otro de agua. A los 15 le damos la vuelta y lo dejamos otros 10 minutos más o menos. si os gusta la carne más cruda le tenéis sólo 20 minutos, será suficiente.
Se quita la cuerda una vez esté templado y se corta en rodajas.
Se sirve acompañado de la salsa muy caliente. Yo esta vez la dejé rústica, con los trozos de setas y de cebolla sin pasar, pero podéis meter la batidora y dejar la salsa lisa, también está riquísima y queda más fina.