Las cosas, como sabes, hace tiempo que están muy mal. Bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla hemos decidido prescindir de tus servicios. Ha sido una decisión muy difícil, como te puedes imaginar bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla firma esto. Lo sentimos mucho.
Ya está. Plop-Buzzzz. Lo sueltan y a mí se me queda un zumbido en los oídos, casi constante, como de viejo cuadro eléctrico de casa de pueblo. El eco de esas palabras, rebotando como una pelota de goma dentro de una esfera vacía. He-mos-de-ci-di-do-pres-cin-dir-de-tus-ser-vi-cios. Les veo mover la boca, dicen cosas, ponen cara de preocupación y hasta siento una cierta empatía hacia ellos, lo incómodo que debe ser tomar una situación así cuando ya no puedes permitirte mantener a tu lado un equipo con el que has trabajdo durante casi diez años. Es raro. Tardaré unos días en sentirme preocupado, en realidad. En el momento es como si toda mi antención se hubiera quedado en el hipnótico rebote de esas sílabas dentro de mi cabeza.
No debería estar sorprendido, aunque algo sí que lo estoy. Que las cosas en mi (antigua: qué raro) empresa estaban mal era algo evidente. No puedo culpar a nadie de no tener trabajo. Supongo que, sencillamente, no esperaba que fuera así, tan por la mínima. Los quince días justitos, la indemnización mínima aplicable, todo tan raspadito y tan despido de un señor que trabaja en una cadena de montaje de una macrofábrica en Martorell, que dejan un amargo regusto a salida por la puerta de atrás. Decepcionado: supongo que esa es la palabra. Apesumbrado por lo escaso de los logros conseguidos, con la incómoda evidencia de haber malgastado mi tiempo. Acostumbrándome aún a la extraña sensación de -por primera vez en mi vida- no tener que levantarme para incorporarme a un puesto de trabajo. Me va a costar.
Mi hermano, que es un tío más listo de lo que parece, me dijo una vez algo que creo que es un buena norma: “a internet se viene llorado de casa”; así que voy a dejarlo ahí. Supongo que simplemento estoy tratando de explicar el hiato transcurrido desde mi último post; necesitaba unos días para pensar, y ya está. El futuro está tan lleno de incertidumbres ahora mismo que lo mejor que puedo hacer es tratar de recuperar las cosas que más me anclan al presente. Como escribir sobre música. Fin del momento llorica del Sr. Helvetica. Fin de la introducción.
La banda que firma la canción (el discazo, habría que decir) de hoy tiene un nombre muy raro: “reposacabezas”. Tampoco puede decirse que los títulos sean precisamente el fuerte de su autor: Will Toledo (NO, no voy a hacer el chiste. Bueno, sí.. Venga, no) ha dado ya numerosas muestras de su peligrosa afición de nombrar a sus canciones con títulos larguísimos y no siempre inteligibles. El caso es que practica un indie-rock rasposo que lo mismo conjura a Guided By Voices, que invoca -como ocurre con el tema de hoy- a The Strokes, que vira de pronto (“Maud Gone“) en una cosa que ya no se sabe si es es Stephen Malkmus, The Drums, lo de enmedio, o todo lo contrario.
En este último disco suyo, publicado en 2015 (y destacado en no pocas listas como uno de los mejores del año) la falta de concreción juega extrañamente a favor del conjunto. “Teens Of Style” -inicialmente publicado por Matador en una edición de 250 unidades en formato casete (¡!), con ocasión de algo que no conozco bien pero seguramente me pondría un pelín nervioso llamado Cassette Store Day 2015- se escucha con agrado y regala además algunos cuantos momentos de esos que te hacen girar la cabeza: el adictivo arranque de “Times To Die“, los gloriosos coros al final de “Strangers“, un verso (I miss the good old boys / They could still find joy in life to talk about) de “Los Borrachos (I Don’t Have Any Hope Left, But The Weather Is Nice)” fijándose caprichosamente en tu memoria. Muchos de esos momentos pertecenen a canciones subidas a su cuenta de bandcamp en 2011 o 2012, pero para su debut en Matador, Toledo las ha regrabado, y yo creo que para mejor: incluso dentro de unos márgenes lo-fi, las guitarras suenan más brillantes y la percusión aparece más definida tras limpiar el sonido de un excesivo fuzz.
“Something Soon” es, supongo, algo así como el hit del disco. La distorsión guitarera aún deja sitio para unos teclados que despejan el terreno para un acercamiento a las orillas más pop. Me gusta mucho: me la puse un montón en 2015, y por algún mecanismo mental de esos que sólo resultan claros para uno, me está acompañando mucho en estos días extraños. Porque vendrán tiempos mejores para mí, estoy seguro. Es sólo que ahora mismo necesito que ocurra algo. Y si es posible (I need somethin soon I need somethin soon), que sea pronto.
“Biting my clothes to keep from screaming
taking pills to keep from dreaming
I want to break something important
I want to kick my dad in the shins
I was referring to the present in past tense
it was the only way that I could survive it
I want to close my head in the car door
I want to sing this song like I’m dying
Heavy boots on my throat, I need
I need somethin soon I need somethin soon
I can’t talk to my folks, I need
I need somethin soon I need somethin soon
All of my fingers are froze, I need
I need somethin soon I need somethin soon
Only one change of clothes, I need
I need somethin soon I need somethin soon
my head is my head is my head is
Stay inside all this winter
filling out forms from a working printer
I want to talk like Raymond Carver
(an advertisement cries out)
I want to turn down the goddamn tv
(he should have gone to Jared’s)
Binging on the latest sitcom
feeling guilty every second it’s on
I want to put my foot through a window
(I document my mind loss)
I want to romanticize my headfuck
(through instruments of wordplay)
Heavy boots on my throat, I need
I need somethin soon I need somethin soon
I can’t talk to my folks, I need
I need somethin soon I need somethin soon
All of my fingers are froze, I need
I need somethin soon I need somethin soon
Only one change of clothes, I need
I need somethin soon I need somethin soon
my head is my head is my head is my head is my head is my head is
Let’s burn this house down”
Publicado en: Greatest HitsEtiquetado: 2015, Car Seat Headrest, Indie Rock, Matador, Teens Of Style, The StrokesEnlace permanente2 comentarios