Recuerdo un día, hace ya unos cuantos años, cuando empezaba a verme en la cocina con los pescados "cara a cara", que compré en el mercado una truchas asalmonadas con la intención de ponerlas a la Navarra. Me fui muy contenta a casa y cuando las lavé escrupulosamente, pues tenían babas a rabiar, no sabía por dónde empezar y eso que el pescadero les había quitado las vísceras. Aquello tenía tantas espinas y otras cosas que quitar que un día no iba a ser suficiente para retirarlas todas. Ya cojo el cuchillo, ya la tijera, ya pongo las truchas para el norte, ya para el sudoeste, las moví como si fueran brújulas y no sabía por dónde empezar. Al final me decidí y ¿que pensáis que hice...? ¡Pues un picadillo! Eso sí, sin una raspa.
De aquella situación nació la receta que os traigo, y sin mentir os digo que es una de mis favoritas, teniendo incluso el favor de estar presente en un día festivo durante años.
Ingredientes:
- Filetes de truchas medianas, 3.- Puerro 1.- Jamón serrano picado 50 g.- Jamón cocido 50 g.- Piñones 20.- Huevo 1.- Pan rallado 2 cdas.- Harina para emborrizar.- Caldo de cocer marisco 1’5 litros.- Pimiento rojo 1 trozo.- Ajo 1 diente.- Tomate 1 pequeño.- Brandy 1 copita. - Aceite de oliva. - Sal.
Elaboración:
Limpio el pescado de pieles y espinas (mejor lo hará el pescadero) sacamos filetes y los picamos muy menudos.
En una sartén con seis cucharadas de aceite pochamos medio puerro picadito, cuando haya trasparentado añadimos los jamones cortados menudos y los piñones. Sofreímos y cinco minutos después incorporamos el picadillo de trucha. Mantenemos tres minutos más y dejamos que temple.
Batimos el huevo y le añadimos el picado y el pan rallado, sazonando.
Preparamos un sofrito para el caldo (caldo donde hemos cocido gambas o mejillones, almejas, merluza... restos de cocción de pescado y marisco) con el otro medio puerro, el pimiento, el ajo y el tomate. Añadimos un poco de brandy, evaporamos el alcohol. Trituramos.
Formamos las albóndigas y las pasamos por harina, friendo por tandas en aceite caliente.
Ya fritas las ponemos a cocer en el caldo, no deben cocer mucho pues se romperán, diez minutos después podremos servirlas acompañadas de daditos de pan frito.