Vuelve a arreciar el frío y el cuerpo reclama platos calientes para entonarse. Y las sopas o cremas tienen aquí una responsabilidad ineludible de atemperar nuestros estómagos.
Tenía ganas de probarme además en esta receta. Es es de esos clásicos que has visto y catado mil veces pero que nunca les has dado la oportunidad de lucirse en tu cocina. Y ha llegado el momento. Es la ocasión de matar dos pájaros de un disparo: combatir el fresquito y estrenarme con esta sopa.
Los fideos de arroz son una brillante solución para comidas rápidas y completas. Son muy asequibles ya de conseguir - en todas sus variantes - y se cocinan en muy poco tiempo. Si además los condimentamos con proteínas y vegetales pues ya tenemos una receta oriental de lujo.
En esta ocasión le doy salida a una pechuga de pollo, aunque si queréis hacer una versión más vegetal o vegana, sustituir al ave protagonista por tofu.
Eso sí, os animo encarecidamente a preparar un buen caldo casero, esa es la diferencia clave. Pero como esto va de "cámara rápida" podéis tirar de bricks (que también dan un resultado buenísimo) y salir del paso sin complicaciones.Venga, que esto comienza ya. Sólo necesitáis 30 minutos de vuestro tiempo, dejar que la olla haga todo el trabajo, que la receta de hoy es sencilla a más no poder y con unos aromas increíbles. ¡Mandiles arriba!
Ingredientes (2 personas)
- 200 grs de pechuga de pollo
- 900 ml de caldo de pollo (casero o de brick)
- 1 cda de jengibre fresco picado
- 1 diente de ajo picado
- 50 grs de fideos de arroz
- 2 cdas de maíz dulce
- 2-3 champiñones
- 2 cebolletas picadas
- 2 cdas de salsa de soja
- Albahaca fresca
- Unas hojas de pak-choi (o acelgas o espinacas)
- Sal y pimienta
- Unas escamas de guindilla (chili-flakes)
Tiempo
- 30 minutos + 2 horas si te animas a preparar tu propio caldo de pollo casero
Si tenéis tiempo os emplazo a preparar un buen caldo de pollo casero. La diferencia es ENORME de sabor, textura, control de los aromas... Para ello nos valemos de unas buenas carcasas de pollo o gallina, un muslo, perejil, sal y verduras (cebolla, nabo, apio, zanahoria, puerro...) Que sea potente en sabor y en nutrientes. Lo ponemos todo a cocer durante 2 horas a fuego muy suave, con un ligero borboteo. Vamos desespumando según lo requiera el caldo para eliminar impurezas. Luego lo colamos y ya tenemos un estupendo caldo casero que llenará de sabor cualquier plato...
Retomamos la sopa...
Ponemos nuestro super-caldo a calentar con el jengibre picado y el ajo. Incorporamos la pechuga de pollo y llevamos a ebullición. Cuando suelte el primer hervor bajamos el fuego y dejamos cocer - con la olla parcialmente tapada - durante 20 minutos.
Pasado el tiempo sacamos con cuidado el pollo y lo troceamos o deshilachamos con ayuda de dos tenedores para obtener trozos de "bocado". Pensad que se trata de una sopa, no queremos ver un cuchillo pululando cerca...
Devolvemos el pollo a la olla junto a los fideos de arroz, los champiñones - lavadísimos por supuesto -, el maíz dulce, un poco de cebolleta, el pak choi (o las acelgas o espinacas) y la salsa de soja.
Dejamos cocinar unos 3-5 minutos, el tiempo justo para que se hagan bien los fideos.
Servimos la sopa en bols y añadimos unas ruedas de cebolleta fina, albahaca fresca picada y espolvoreamos un poco de chili-flakes (este punto es totalmente opcional). Sacamos a relucir unos buenos palillos o una cuchara occidental y a disfrutar.
¡Que aproveche, hitchcookinan@s!