Tras una primera reflexión en forma de artículo en torno al lugar donde establecer los límites en la influencia de la actividad de una start up como paso previo para plantear sus impactos en materia de sostenibilidad, entramos ya en materia sobre cómo deben abordarse los mismos desde el punto de vista de la filosofía de trabajo que suele adoptar una start up.
Y empezamos hablando de valores, vaya momento, en pleno asunto GOWEX en ebullición y nuevamente sacando a relucir que lo de emprender con valores pasa hoy por hoy por ser algo propio de un reducido porcentaje, casi exclusivo de los llamados Emprendedores Sociales y que hoy por hoy ni mucho menos logra ser entendido y recibir el apoyo y reconocimiento que merece. Y con episodios como este, donde hablaremos de miopía por no decir otra cosa, como el que recientemente se galardonara a la susodicha GOWEX en un evento que alardeaba de apostar por la ética en el marketing (y además por la sostenibilidad) como fue la gala de los premios nacionales de Marketing de España … que si bien no tardó en retirárselo, es señal de lo mucho que queda por hacer en torno a la ética en la empresa, y bien lo sabe ETNOR.
Pero no es momento, ni se trata de hacer leña del árbol caído o de los que caerán, sino de reivindicar lo que no nos cansamos de defender, la necesidad de contar con y comunicar los valores como algo que dota de identidad a una empresa y que es necesario reivindicar, ya sean en torno a la sostenibilidad, la inclusión o la equidad, es necesario contagiar desde el ejemplo y no puede ser que todo quede en bonitos discursos por parte de CEO y directores que luego ni de lejos se pretende llevar a la práctica, y las start ups no son menos. Sin transparencia nunca se va a poder construir la sostenibilidad.
Sostenibilidad y otros valores en una start up ¿para qué sirven?
De entrada los valores van a ser las “líneas rojas” que determinen lo que está o no dispuesta a hacer tu empresa, así de crudo y llevado a su máxima expresión, si la ética es uno de los valores que quieres que sea insignia de tu startup, acciones como el engaño o la especulación con fines lucrativos no tienen cabida.
Por tanto, como ejercicio de autoevaluación de hasta donde estás dispuesto a llegar en tu startup y qué impronta quieres dejar en la sociedad, ya tienes una aplicación de los valores, aunque parezca que esto sólo aplique a empresas sociales o relacionadas de una forma directa con la sostenibilidad.
Los valores conforman una identidad en materia de sostenibilidad
Pues en primer lugar, sirven para dar identidad a una startup, si vale, para eso se utiliza la marca y en general el marketing, pero se trata de que al rascar un poco, tras bonitos mensajes haya algo más, haya alma y espíritu, y eso se refleja a través de los valores que encarna una empresa. Se dice mucho que hoy en día una empresa tiene que tener una historia que contar, pues bien, dentro de esta, los valores van ser parte del hilo conductor.
Y en esto de los valores, a menudo cuesta no caer en aquello que decía Unamuno sobre no confundir valor y precio, sobre todo por lo extendido que está eso de la Bolsa de Valores y la equivalencia que hace entre ambos, refiriéndose en exclusiva al precio de las acciones de empresas en determinados mercados y no a la valoración de dichas empresas desde una perspectiva mucho menos monetaria y si más de intangibles, que es lo que al final consigue mayor o menor confianza de los inversores, de ahí el papel protagonista que ha tenido la actividad bursátil en la reciente crisis económica.
Los valores orientan los objetivos de sostenibilidad
Sin embargo, a la hora de marcar objetivos, especialmente los que se plantean a largo plazo, los valores son una referencia clave, dado que ayudan a establecer qué tipo de objetivos son los que persigue una startup, exclusivamente de negocio o con otra finalidad, como para determinar el peso de cada uno dentro de la estrategia global de nuestro proyecto.
Sustituye en el tuit anterior contabilidad por aspectos como la igualdad, la inclusión, la sostenibilidad, y un largo etcétera. Sin valores o bien estos aspectos no van a tener hueco dentro de tu estrategia, o bien no contarán con recursos o atención suficiente para llevarlos a la práctica de una manera eficaz. Y si quieres hacer gala de ellos, te va a tocar mentir.
Midiendo resultados en sostenibilidad
Partiendo del hecho de que el éxito en materia de sostenibilidad no es siempre algo que pueda medirse con indicadores concretos, si que es cierto que a la hora de evaluar resultados, y sobre todo de conocer de qué forma estos se han amoldado a nuestra estrategia, es indispensable que existan indicadores alineados con los valores de nuestra empresa.
Sobre todo si nos importa el retorno aportado a la sociedad, por ejemplo a través de la medición de SROI, porque en gran medida nuestros valores van a articular ese retorno y van a ser parte importante de lo evaluado por parte de los grupos de interés, por su conexión con el Mapa de Impactos y los cambios logrados.
Pese a que por el momento no se trata de una cuestión clave, si que abogamos porque start ups y empresas, si es que no son lo mismo, pongan en claro sus valores como parte de su estrategia y los tomen en consideración a la hora de tomar decisiones y poner en marcha acciones. ¿Utópico? De ninguna manera, si el modelo de negocios y empresa seguido hasta ahora ha tenido errores, posiblemente muchos de ellos están relacionados por cómo se han abordado los aspectos intangibles dentro de ellos, o más bien, por no haber sido tenidos en cuenta, de ahí la apuesta por la Economía Verde. Por tanto, no queda otra que cambiar y más si queremos que la sostenibilidad tenga el papel que merece dentro de la economía y la empresa, por estar a medio camino entre aspecto intangible y variable cuantificable y por tanto, incluible en los balances. Pronto hablaremos de ello en nuevas entradas de esta Sostenibilidad para Startups.
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