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Soy tan español como tú, o como un botijo

Publicado el 07 agosto 2014 por Bloggermam

botijoMe llama la atención cuando desde la derecha mediática, la que acapara casi la totalidad de los medios de comunicación, se usa como infantil insulto lo de ser antiespañol contra todos aquellos que no encajan con su limitada y excluyente visión de España.

Tildar a alguien de antiespañol es un sinsentido similar a decir que alguien es antinitrógeno o antibípedo, no tiene ningún sentido. Por otro lado no le encuentro el motivo de orgullo a algo que es completamente casual. Ser español, o francés, o gibraltareño, sólo significa haber nacido en un lugar geográfico, nada más. Por ello me parece tan ridículo ensalzar las virtudes de ser estadounidense como las de ser español, eso sólo lleva a cometer estupideces por una frontera absurda enarbolando un trapo con unos colores. No se es mejor o peor persona porque tu madre tuviera los dolores del parto en un lugar u otro.

Hay muchos otros motivos para estar orgulloso, por ejemplo todos aquellos que estén relacionados con la superación personal.

No obstante lo que nadie me puede quitar es ser tan español como cualquier otro. Yo soy español a mi manera. He nacido en España, como podría haber nacido en Irlanda, o en Iraq, pero he nacido aquí y no cumplo con los requisitos de rancia españolidad de la derecha. De hecho, el fútbol me aburre soberanamente, la tauromaquia me parece una abominación arcaica totalmente fuera de lugar, considero que el Partido Popular- tras la tardía Inquisición Castellana- es uno de los mayores lastres de la historia política de la península, e incluso el Partido Socialista me parece un partido de centro-derecha que cumple con las exigencias de quienes le financian. Incluso Izquierda Unida se comportan como unos pobrecillos desnortados cuando tienen acceso al poder, comportándose como unos seminaristas en un puticlub, desorientados y sin saber con quién irse.

Ateo, a favor del aborto, la eutanasia y las bibliotecas. Creo que la república federal es la forma más coherente de organizar el estado, y facilitar que se vaya quién quiera irse. Eso sí, al mismo tiempo veo que tanto el nacionalismo catalán como el vasco no son más que un conjunto de excusas para mantener a muchos vagos y tontos en Madrid, Barcelona y Vitoria. El independentismo real se consigue con la gente en la calle, no con políticos millonarios.

Y creo que hay muchas tuercas para apretar y que el país funcione mejor, sin necesidad de apretárselas a los que menos tienen. La iglesia no debería recibir ni un céntimo. Las ETTs deberían desaparecer, como cualquier otro timo que subplanta los servicios públicos sólo para aprovecharse de las necesidades de la gente, y además, las empresas que no cumplan con sus trabajadores deberían ser nacionalizadas y los gestores inhabilitados para continuar trabajando como empresarios.

Sobran miles de políticos, el senado y las diputaciones provinciales, que consumen mucho dinero en detrimento de la sanidad, la educación, el arte y la cultura.

Soy tan español como un botijo, tanto, que si miro en mi árbol genealógico provengo de lugares que nunca fueron España, como la mayoría de los que por aquí andamos. Y como un botijo, lo importantes no es con qué tierra está hecho, si no que sirve para algo.

Keagustitomekedao

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