Es evidente que en la sociedad española -y en general, en el mundo occidental- se ha generado una estructura completamente alejada de las necesidades humanas reales de la gran mayoría de los ciudadanos. Es necesario un ajuste. Sabemos muchas cosas que ha llegado el momento de aplicar. Por ejemplo:
• Las nuevas tecnologías son un factor de cambio estructural esencial. Mantenerse en el modelo antiguo es inútil. El nuevo modelo es distribuido, transparente, caórdico. Es posible cambiar el lugar, tiempo, los actores y colaboradores de casi todo. Los links entre el mundo virtual y el real sólo han empezado a desarrollarse.
• Necesitamos de visión de futuro compartido y valores. Tenemos los principios democráticos, hay mucho camino andado, pero hay una nueva realidad cultural: no estamos ya en la era industrial. Las soluciones estándar de grandes aparatos máquina dirigidos a ciudadanos consumidores pasivos no nos sirven; tampoco a nivel "marcas". Ya hay nuevos espacios, competencias, infraestructuras para las que ha llegado el momento.
• Tenemos una sociedad creativa y compleja. El nuevo ciudadano-prosumer quiere ser parte de la solución, y serlo de modo generoso y social. Esto exige reconfigurar los modelos de creación de valor social (e individual, pues somos "animales sociales"), poniendo al ciudadano respetuosamente en el centro, no como receptor pasivo, sino como cliente-productor. Todo cambia cuando incorporamos a la persona y su inseparable relación con su entorno como el elemento central del sistema social (y no la eficiencia industrial o el "beneficio a corto plazo"): pensemos, por ejemplo, en salud activa, educación, cultura, información...
• En estos entornos complejos, la innovación dirigida y planificada es una quimera. Sólo cabe la innovación desde la inmersión en las situaciones humanas y sociales específicas. El pilotaje de prototipos y la prueba-error. El modelo de las transition towns, en las que no se pide permiso para experimentar socialmente desde las comunidades locales, puede ser el modelo.
• Será necesario mucho liderazgo, entendido como liderazgo de servicio, conversacional y transformador. Será especialmente relevante en la pequeña escala, creando diálogo abierto y colaboración entre equipos.
• El orden del diseño de innovación centrado en personas empieza por las personas y sus necesidades, sigue con el proceso y acaba en la solución. Nunca al revés (imponer soluciones). Para trabajar con personas sólo hace falta seguir un camino: amor (y las manifestaciones que hace J.C. Hunter en su libro de liderazgo "La paradoja": generosidad, paciencia, amabilidad, humildad, respeto, indulgencia, honestidad...
• No será fácil: casi todo nuestro pensamiento nos lleva de modo natural al modelo "mecanicista" en el que hemos sido educados. Pero no hay vuelta atrás. Los jóvenes traen ya este nuevo modelo mental incorporado. Quien no se adapte se convertirá en dinosaurio. Muy rápido: Facebook y otras redes sociales son ya el mayor país del planeta.
Siguiendo a Richard Normann en "people as care catalysts", el proceso más importante para toda organización es la habilidad para interpretar el entorno, trasladar sus nuevos requisitos a valores y principios nuevos y sostenibles, y concretarlos evolutivamente en la organización, en los sistemas de dirección, en nuevas competencias, en nuevas constelaciones de creación de valor...
En suma, vamos a tener que desarrollar completamente nuevas competencias de creación de valor social compartido, en las que el ciudadano-productor y su relación con el entorno es el centro, y que por tanto, sólo es posible desde una nueva consciencia y propósito: una mente abierta, un corazón abierto, y la voluntad abierta de cada uno de nosotros.