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Spanx.com: Un negocio que partió de cero, tú también puedes

Publicado el 14 diciembre 2010 por Igilval

spanx Spanx.com, un negocio que partió de cero. Tú también puedes

La fundadora de la tienda de ropa por Internet Spanx dedicó una cantidad de tiempo considerable haciendo investigación de campo y gracias a ello consiguió que una inversión de 5.000 dólares se convirtiera en una compañía multimillonaria.

Puede que alguna vez hayas oído que cualquier cosa es una función del tiempo y del dinero: Puedes tenerlo rápido. Puedes tenerlo por poco dinero. Pero no puedes tenerlo rápido y por poco dinero. Pero la realidad es que hay emprendedores como Spanx que se ríen de esa ecuación y consiguen hacer las cosas rápido y por poco dinero.

El espíritu emprendedor es el que consigue que hacer las cosas rápido y con poco dinero sea una opción viable, al menos al principio. Sin grandes infraestructuras, o una jerarquía que deba aprobar las ideas, los emprendedores muchas veces pueden hacer los que otras organizaciones no pueden, no hacen o no harán.

Por ejemplo, hay muchas compañías nuevas e innovadoras que saben que para tener éxito no hace falta tener mesas de caoba ni caros edificios para sus oficinas(aunque sin duda se gastarán el dinero en ambas cosas si tienen éxito). Facebook se creó en una habitación de un colegio mayor.

El emprendedor, en vez de invertir en esas cosas, invierte en tiempo.

Sara Blakely es la creadora y fundadora de Spanx. Para conseguir comercializar su producto, antes leyó, investigó y viajó. Estuvo días enteros en almacenes de ropa hablando con clientes, asistió a eventos para introducir su producto en el mercado. Incluso ella misma hizo personalmente los trámites necesarios para crear la compañía. Hoy en día Spanx es una compañía multimillonaria pero empezó con una inversión inicial de solo 5.000 dólares.

Otro ejemplo de una compañía que se creó de la nada gracias al esfuerzo y al tiempo dedicado por un emprendedor es Boston Beer, que ha creado una cerveza muy popular en Estados Unidos, llamada Samuel Adams.

La pasión de los fundadores de esta compañía era, efectivamente, la cerveza. Hacían cerveza artesanal en sus casas. Gracias a sus conocimientos y a su pasión, crearon una cerveza única, pero durante meses estuvieron yendo puerta a puerta a bares y tabernas hasta que consiguieron su primer cliente. Estuvieron a punto de dejarlo y se dieron una última oportunidad, pero en ese momento llegó ese primer cliente. A partir de ahí no han parado de tener éxito. Boston Beer está creciendo rápido, su marca está adquiriendo renombre y sus clientes son extremadamente leales.

Por supuesto que no es posible llevar al mercado cualquier producto con poco dinero y tiempo. Esta combinación de barato y rápido no es posible en industrias como las farmacéuticas, donde es necesario obtener la aprobación de las autoridades sanitarias antes de comercializar un nuevo producto. Y no es nada fácil obtener la aprobación, por cierto. En situaciones de mercados altamente regulados, las compañías muchas veces invierten millones de euros, y ni siquiera consiguen comercializar sus productos.

Tanto las compañías grandes como las pequeñas siempre quieren sacar el máximo rendimiento a su dinero. Las empresas pequeñas y jóvenes, normalmente tienen mucha más flexibilidad. Pueden hacer casi de todo ellas solas, por ejemplo, crear su propia página web usando WordPress, hacer su propia contabilidad, etc. Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes, porque, aunque bien es verdad que al hacerlo todo ellas mismas se ahorran mucho dinero, también es cierto que gastan mucho tiempo al hacerlo.

Lo del trueque entre ahorrar dinero y gastar tiempo es una lección que los emprendedores deberían aprender pronto, para tomar decisiones inteligentes a este respecto. ¿Por qué? Porque hay algunas cosas que solo tú puedes hacer para tu negocio. Si gastas tu tiempo en diseñar la página web, o en elaborar documentos legales, deberías pensar si tal vez sería mejor que empleases tu tiempo en conseguir tu primer cliente. Si es así, tal vez te compense buscar a alguien que te ayude a hacer esas tareas y te libere de tu tiempo libre.

Piensa en ello. ¿Crees que los creadores de la cerveza Samuel Adams podrían haber delegado en la creación de la fórmula de su producto, para centrarse en la construcción de la página web? Bueno, tal vez sí, pero lo que está claro es que la cerveza no sería la misma.


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